Hoy en día esa tradición arrastra hasta la actualidad ya no en el día a día de los feligreses que acuden a su Templo sino en las ceremonias donde es típico que la novia luzca un bonito velo en su cabeza.
En la actualidad la tendencia es casi por regla general llevar un bonito y largo velo de hasta tres metros y medio de largura los mayores, amantillados por bonitos encajes a su alrededor y rizados en una peineta. Confeccionados con tules finos y más delicados este complemento se coloca muy lacio dando un toque de sencillez y elegancia.
Sin embargo, años atrás eran los velos más firmes y rizados; remontémonos por ejemplo a la boda de Diana de Gales en la que llevo este velo mucho más voluminoso y doble (Lady Di cubrió su cara a la entrada de la Iglesia con su velo con el velo y después lo colocó hacia atrás)
Pues bien, como toda moda, ésta también vuelve.
Para el 2014 la tendencia en novias vendrá acompañada de grandes vestidos de encaje con espaldas muy elaboradas y diseñadas al detalle y velos especialmente cortos o largos pero dobles.
Ésta es la apuesta que los diseñadores nos marcan para la próxima temporada en novias; dudamos mucho de que, en el caso de los velos dobles, se recupere la tradición de tapar el rostro de la novia pero seguro veremos muchas mujeres pasar por el altar con velos al más puro estilo de los 80 o incluso, reciclados de los propios años 80.
¿Acaso más de una de vosotras o vuestras conocidas no han llevado un velo tan clásico como este? Un velo sin bordar ribeteado con cinta de raso blanco es una apuesta segura de hace unas décadas y de la próxima temporada que arranca en octubre de 2013.
Otra variante serán los velos cortos: se acabaron los diseños catedral para las novias modernas y se sustituyen por pequeños velos de no más de un metro que dejan ver al detalle las espaldas elaboradas de los vestidos de novia.
