El pregón, muy bien estructurado, comenzó con el anuncio que proporciona la Navidad, “esos mensajes de alegría, paz y solidaridad”. Habló el exaltador de las tradiciones de la Navidad, pero tampoco olvidó recordar a “los que pasan frío porque no pueden encender la estufa de la que carecen, o tienen la nevera vacía, salvo cuando acuden a diferentes ONGs para que les proporcionen alimentos”. Y también habló de los desahuciados “igual que hicieron con el Niño Jesús que nació envuelto en pañales en un humilde pesebre, porque no había sitio en la posada de Nazaret”.
Recordó a los que padecen soledad, y a los que sufren enfermedades y penurias, y se mostró contrario a la Navidad “del consumo, o a la meramente gastronómica”.
En otro momento de la exaltación señaló que “para comprender mejor el significado de la Natividad del Señor había que referirse al origen histórico de esta solemnidad”, por eso definió esta fiesta de la cristiandad como “la que nos proporciona la luz que procede de Belén”, y agregó, “que el nacimiento de Jesús, cuando Dios se hace hombre, nos imparte la mayor enseñanza”.
Al celebrar la Navidad “celebramos la vida humana en todas las dimensiones”, y recordó a quienes estos días por diversas circunstancias no pueden celebrar la Navidad en familia, caso de los componentes de las Fuerzas Armadas que se encuentran en misiones internacionales.
Terminó refiriéndose a las distintas formas que se han valido las artes para contar el Nacimiento de Jesús, y expresó un deseo que fue el siguiente: “ojalá que el mensaje navideño se nos meta en el alma”, siendo muy aplaudido, recibiendo un recuerdo de manos del presidente de la Asociación, Francisco José Peñalver Salido.
De la presentación del exaltador y del acto se encargó el directivo José Antonio Prieto Calvo.
Las actuaciones con la interpretación de villancicos de distintos grupos de alumnos de los colegios de las Agustinas y Salesianas, junto a “Alma Rociera”, pusieron el complemento del acto.
