viernes. 29.03.2024

Es importante  verificar el etiquetado que garantice la seguridad del disfraz, con el sello de la Comunidad Europea, así como marca y datos del fabricante, por si hubiese que hacer alguna reclamación. No debemos tampoco elegir el modelo sólo por la estética, sino poner atención en otras cosas.

El principal peligro de los disfraces es el alto riesgo de inflamabilidad, y por tanto el riesgo de quemaduras. Los materiales con los que están fabricados la mayoría de ellos prenden fácilmente. Por ello, se recomienda elegir materiales no inflamables, preferentemente algodón, para evitar además reacciones alérgicas, y mantener al niño alejado de cualquier fuente de calor intenso (llamas, estufas, bengalas, cigarros, fuegos artificiales, etc.).

Se debe evitar también el uso de máscaras y caretas sin ventilación por el riesgo de asfixia, además de que muchas veces obstruyen la visión.

Igualmente, se deben evitar el uso de cordones, especialmente en la zona del cuello, por el riesgo de estrangulamiento, así como de plumas o lazos. 

En el caso de utilizar maquillaje de cara, las pinturas deben ser no tóxicas e hipoalergénicas. Evitar el contacto con los ojos y quitarlas adecuadamente.

Consejos de seguridad para comprar disfraces para niños y adultos