sábado. 27.04.2024

Los inicios del juego ‘chis garabis’ está muy ligado a los tiempos en los que en todos los hogares había una baraja española y con esta se pasaban largas tardes de sobremesa. Aunque su origen concreto es bastante incierto, sí que existe alguna evidencia que lo sitúan alrededor de la segunda mitad del siglo XIX y aunque la dinámica de cómo se juega es muy común a muchos otros juegos existe un nexo común con uno de los más populares, llamado ‘la carta corrida’.

Tal y como está estipulado hoy en día en las reglas de este juego, el rey es el ‘chis’ y el ‘As’ el ‘garabis’.  Algunas fuentes indican que, en sus inicios, en este juego se gritaba un simple As o Rey (tal y como eran los naipes ganadores que se tenía en la mano), pero la emoción del juego y el transcurrir del tiempo acabó transformando al As en ‘chas’ (haciendo uso de la propia palabra as y la onomatopeya ‘¡chas!’ utilizada para enfatizar el momento de mostrar la carta), esto derivó y dio lugar (muy posiblemente) a que el rey  pasase a ser el ‘chis’ (por fonética y rima –chis y chas –y la onomatopeya de ‘chistar’). Hoy en día, en algunos juegos de naipes todavía se utiliza los términos chis y chas para referirse a esas dos cartas de la baraja.

Del ‘chis’ ya tenemos su procedencia, pero ¿cómo pasa el As de ser llamado ‘chas’ a ‘garabis’?… Todo parece indicar que fue gracias al término ‘chisgarabís’, un insulto leve  actualmente en desuso, pero que fue muy popular durante el siglo XIX (la primeras evidencias de su origen pueden encontrarse en escritos del siglo XVI).

Chisgarabís era como se le llamaba a los mequetrefes, al zascandil o al chiquilicuatro. Sí, todo ellos términos prácticamente en desuso y que se utilizaban coloquialmente para referirse a alguien entremetida, petulante o inútil. Fue utilizado en la literatura por nombres tan insignes como Francisco de Quevedo o el propio Miguel de Unamuno. Más cercano a nuestro tiempo podemos encontrar una canción que, allá por los años 60, cantó Massiel o un cuento infantil escrito por Paloma Bordons que utiliza los términos Chis y Garabis para llamar así a sus islas imaginarias.

Retornando al mundo de los naipes y  cómo el juego de la carta corrida pasó a llamarse chis garabís, hipotéticamente (ya que no existe ni un solo documento escrito que así lo asegure), todo hace suponer que durante las partidas de cartas (en este caso de ‘la carta corrida’) cuando alguien ganaba una mano presumiblemente gritaba ‘chisgarabís’ a sus contrincantes.

Como al rey ya se le conocía/llamaba ‘chis’ en un momento indeterminado alguien cortó la palabra ‘chisgarabís’, otorgándole la segunda parte de la misma para denominar al ‘As’. De ahí que uno grite chis y el otro garabis; más que nada por la fórmula rimada que ambos términos dan. Todo hace suponer que fue en un ámbito familiar y que poco a poco se fue extendiendo y popularizándose.

Poco más se puede añadir a la evolución del nombre de este juego, el cual es muy típico de la zona de Castilla-La Mancha y según cómo te vas moviendo geográficamente, tanto el nombre como el modo de jugarlo varían.

Desde hace algunas décadas es un juego muy popular entre los más jóvenes y en el que en algunas versiones se ha cambiado el hecho de pagar una moneda a llevar a cabo algún tipo de apuesta y/o tomarse un chupito de una bebida alcohólica.

De ‘la carta corrida’ al ‘chis garabís’ de "Ya está el listo que todo lo sabe"