Y hoy en día es su hija, Julia Vázquez, la que lo dirige. Así, son ya tres las generaciones que han dado vida a Cuchillería González, un establecimiento al que la asociación de vecinos Zona Centro ha querido reconocer y, por tal motivo, hemos hablado con Luis Vázquez.
¿Qué significa para la Cuchillería González recibir este reconocimiento?
Transcurrido el paso del tiempo sería su yerno, Luis Vázquez, el que se haría con las riendas del negocio y éste se trasladaría a la calle Real.
Nos honra mucho. Es algo que te distingue y te avala los años que llevas trabajando en este pueblo y es un agradecimiento también al pueblo en sí, a la Zona Centro, sobre todo, que es la que nos lo da.
¿Cuál es la seña de identidad de Cuchillería González?
Este establecimiento viene de tiempos muy difíciles, ahora lo son, pero antes lo eran más. Cuchillería González lleva en Valdepeñas desde el año 1948 y desde entonces ya somos tres las generaciones las que hemos venido trabajando mucho para sacar adelante el negocio. Sigue la misma familia con los mismos ADN's.
¿Su punto de partida fue el negocio de la cuchillería?
Sí, y lo seguimos haciendo, seguimos afilando y vendemos todo tipo de cuchillería. Pero los tiempos cambian y exigen otras cosas que también hemos ido introduciendo, como artículos de decoración y otras cosas. Ahora mi hija es la que maneja los hilos y ha tenido que tocar otra serie de artículos porque lo imponen los tiempos que corremos. Hoy en día la cuchillería por sí sola no tendría salida ya. Se afilan menos cuchillos, se venden también menos, todo ha ido a menos.
¿Para sobrevivir hay que adaptarse entonces a los nuevos tiempos?
Sí, hay que probar con otras cosas, incorporándolas al negocio de la cuchillería. Lo requiere la sociedad.
¿Cuál es el secreto para aguantar tantos años con el negocio?
No sé cuál puede ser el secreto. Este negocio ya es una tradición, te acostumbras a esto, sigues con el mismo estilo de vida, es un trabajo muy sacrificado, de muchas horas, en el que no hay que mirar el tiempo. Sólo hay que hacer las cosas bien y ya está.
Después de llevar desde los años 40 con este negocio, han pasado por varias crisis económicas. ¿Hay algún secreto para superarlas?
Sí, hemos pasado muchas crisis, y peores. Lo que pasa es que no había tantos parámetros para medir que si la prima, que si lo otro. Te adaptabas con lo que ibas sacando, unos días ganabas más, otros días ganabas menos, se compensaban unos con otros. Al final de año se compensaba.
¿Tiene algún consejo que darles a los jóvenes emprendedores que ponen ahora un negocio comercial en marcha?
No soy quién para orientar a nadie en ese tema pero les diría que hay que ser muy constantes, trabajar mucho, con mucho sacrificio. No hay que mirar arriba, hay que mirar abajo hasta que se va saliendo adelante poco a poco.
