lunes. 29.04.2024
OCIO

Cerebro del niño: entre el caos y la rigidez

“Cuando un niño está alterado, la lógica (cerebro izquierdo) no suele surtir efecto hasta que hayamos respondido a las necesidades emocionales del cerebro derecho” (D.Siegel, 2012)

Nos suele preocupar la educación de nuestros hijos, su toma de decisiones, sus relaciones sociales… Pero ¿qué sabéis sobre el cerebro de vuestro hijo/a?. Posiblemente no conocéis mucho, pero que si cómo curar una herida, los mejores alimentos, cuando tiene fiebre, etc,. Por ello, mi objetivo con este artículo es que puedas entender unos cuantos principios básicos sobre el funcionamiento del cerebro y así reaccionar de una manera más eficaz ante las situaciones difíciles y construir una base para su salud social, emocional y mental. 

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Imagen extraída de D. Siegel “El cerebro del Niño”

La clave está en la Integración: el Cerebro Pleno

Nuestro cerebro es un órgano complejo. Por ejemplo, hay un lado izquierdo que nos ayuda a pensar y un lado derecho que nos ayuda a experimentar las emociones. Para poder progresar en nuestro desarrollo es fundamental que ambas partes estén integradas, es decir, que trabajen juntas y en sintonía. Es fácil ver cuándo nuestros hijos no están integrados: los superan las emociones, están confusos y actúan de manera caótica.

Así mismo los nuevos hallazgos en el ámbito de la neuroplasticidad apoyan el enfoque de que los padres pueden moldear directamente el crecimiento continuo del cerebro de su hijo según las experiencias que le ofrezcan. Vamos a utilizar una metáfora para ayudar a explicar esto: 

Navegar en un rio: surcar las aguas entre el caos y la rigidez

Imagina que vas con una barca por un rio de aguas calmadas. Vas disfrutando de la experiencia, ves lo que te rodea, esquivas un obstáculo, sientes bienestar, calma, estabilidad…. Pero en este viaje, en alguna ocasión te acercas demasiado a alguna de las dos orillas: en el lado izquierdo te sientes rígido, no entiendes la negociación, el agua huele a estancada, te sientes tenso, negando lo que ves, sin posibilidad de avance….  Y  si tratas de salir de ahí, yendo hacia el lado derecho, tus sentimientos son de descontrol, caos, confusión, agitación interior…..

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Esto es lo que nos pasa con mucha frecuencia en nuestro cerebro: que vamos “de un lado del cerebro a otro”, procurando salir de la rigidez y nos metemos en el caos y a  la inversa. Y cuanto más tiempo evitamos estar solo en cualquiera de las dos orillas, más tiempo pasamos disfrutando del río del bienestar.

En el caso de nuestros hijos tienen sus propias canoítas y avanzan apaciblemente por su río del bienestar o entran en la tormenta de las orillas. Por ejemplo, cuando se niega a compartir sus juguetes: está en la orilla de la rigidez. Cuando llora, grita y patalea: está en la del caos. 

 

Caos. artículo psiquemocion

¿Cómo navegar por el rio del bienestar?

Os proponemos dos estrategias propuestas por Daniel Siegel (médico y psiquiatra infantil):

1. Estrategia Uno: Conecta y redirige: si tu hijo/a está en un momento de estallido emocional, lo importante es primero conectar con sus emociones de forma verbal: “comprendo cómo te sientes”, “a veces las cosas se ponen difíciles”; y no verbal: tener contacto físico (abrázale), un tono suave, mirarle con calma….Pues si él habla en español y tú en chino nunca os entenderéis. Después de estar conectados, pasamos a re-dirigir hacia el lado racional: hablar de qué ha causado el enfado, cómo se siente, llegar a acuerdos… etc.

2. Estrategia Dos: Creemos historias: Cuando un niño/a experimenta momentos dolorosos o que lo asustan, puede sentirse abrumado y su cerebro derecho se ve invadido por fuertes emociones y sensaciones corporales. Como padres, podemos ayudarlos a que hagan intervenir el hemisferio izquierdo para entender qué está pasando. ¿Cómo? ayudando a contar otra vez la experiencia que ha causado dolor o miedo. Podemos empezar narrando nosotros: “cuando ibas el otro día con la bici, y te asustó un perro, te caíste al suelo. ¿Qué pasó después?” Y que el niño/a siga narrando qué pasó, cómo se sintió…Esto le ayuda a integrar lo que pasó (razón) con lo que sintió (emoción).

En definitiva, un cerebro integrado da lugar a una mejor toma de decisiones, un mayor control del cuerpo y las emociones.

No dudéis en contactar con nosotras para solicitar más información en los teléfonos 680 76 18 37/660 81 41 81. Estamos en calle Seis de Junio, 37, 1º F y G. Nuestro mail es: [email protected]

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