María E. Moya Aparicio
28 de febrero de 2017, 11:57
Este año han elegido para sus disfraces el de pingüino, disfraces hechos con bolsas de plástico y cartulina que han lucido ante la mirada de sus padres, abuelos y hermanos, que como no podía ser de otra manera, han inmortalizado el momento con sus móviles y cámaras de fotos.
El desfile se ha hecho en todas las clases, desde los más peques de cero años, hasta los de tres. También se han animado a disfrazarse los profesores y algunas madres. El recorrido que han hecho ha sido por las calles Limón, Avenida de los Estudiantes, Pamplona, Belén, Echegaray y Limón.
