"Para mí, el Misterio, es una manera de entender la vida. Un concepto que va más allá de los casos de apariciones, ufología, de los circos mediáticos cuyo fin es subir la cuota de pantalla a golpe de escalofrío. Es saberte un ser creador, escultor de tu realidad. Saber que tu poder de pensamiento puede obrar milagros, somos lo que pensamos. Es sentir las energías que te rodean, conectar con lo invisible. Es escucharte, dejarte guiar por la intuición. Tratar que gane el soy la guerra del tengo.
El misterio es búsqueda, ser consciente que a mayor número de respuestas más dudas emergen. Es saberte una pequeña parte de un todo. Es mirar al cielo oscuro y sentirte extrañamente ligado a eso que se esconde ahí arriba. Es, no juicio, porque sabes de la individualidad de pensamiento. Es no tener verdades absolutas, ni credos, ni dioses de barro, ni representantes de lo divino... Es ver la divinidad en ti, sentir la magia en cada uno de los átomos que forman un ser humano y admitir que tanta perfección no puede ser casual. Es beber de la ley del amor, saber que otra manera de vida sería posible. Es dejar que la "causalidad" le quite el puesto a la "casualidad", confiar que todo pasa por algo. Es no avergonzarte de creer que en éste plano conviven otros planos, que estamos interconectados, y que a veces, ambos mundos convergen en el ahora. Es mirar a la muerte a la cara, y cuando toque, devolverle el traje prestado. Es tener la seguridad de volver a vestir otro traje. Es estar atento, descifrar los mensajes burlones que la vida nos deja a cada paso. Interpretar señales. Despertar. El misterio es saber que en realidad no sabemos nada".
