Un año más, los colegios nos señalan con su festival, que las Fiestas ya están a la vuelta de la esquina, las calles nos recuerdan con el encendido de luces que empieza la Navidad, los niños, con su ilusión por decorar la casa, nos contagian la alegría de estas fechas. Y es que la alegría es una emoción y como todas las emociones, se contagia, por lo que, ¿por qué no disfrutar de ella?
Mensajes que se convierten en virales, de niños hiperregalados, hiperestimulados, demasiados juguetes que, terminan olvidados. Al final los niños se habitúan a tener muchos, no los valoran al no tener necesidad de más y pierden la ilusión.
Y ¿qué les regalamos? ¿Cuál es el mejor juguete? Los especialistas recomendamos tener en cuenta su edad, sus gustos y sobre todo regalar aquellos juguetes creativos, que fomenten su imaginación.
Para los niños de pre- infantil buscaremos juguetes que estimulen sus sentidos (tacto, oído… como peluches y musicales), que trabajen las habilidades psicomotoras (encajables…) y el equilibrio con triciclos o bicis sin pedales. Ya en infantil fomentaremos las habilidades manuales (plastilinas…), el juego imitativo, creativo (disfraces…). En primaria elegiremos juegos más simbólicos (tecnológicos, juegos en grupo, en familia) y además para los mayores juegos de estrategias.
Cada regalo debe ser especial y aunque sea casi misión imposible, seguro que conocemos “la regla de los 4 regalos”; algo que sirva para llevar (ropa, calzado, complementos), algo para leer, algo que realmente deseen y algo que realmente necesiten, ni uno más. Para que cada navidad sea un momento para recordar.
Y no nos equivoquemos, aunque parezca utópico, el mejor regalo para los niños en esta época de “prisas” es dedicar tiempo a estar con ellos.
