viernes. 29.03.2024

En esta decisión ha primado también el descontento y la tristeza de tantas personas cercanas a mí y al párroco, que se sienten impotentes al escuchar la falta de verdades que se están diciendo.

En ningún momento hemos tenido conocimiento del cierre o venta de ninguna de las acusaciones vertidas. Por esa razón, me consta también que personas que han firmado, lo han hecho sin recibir una clara información.

La persona que suscribe este escrito, sí lo hace con conocimiento exhaustivo de lo que está diciendo. A veces los seres humanos cometemos errores por el simple hecho de no pensar dos veces las cosas antes de tomar una decisión. Me enseñaron de pequeña que rectificar es de sabios porque a veces el tiempo, las circunstancias y las malas situaciones que nos rodean, sin querer nos impulsan a no saber ni ser, ni estar.

Pido a Dios que de ahora en adelante todos pensemos dos veces las cosas antes de tomar una decisión. Es muy triste que en el siglo XXI no seamos capaces de utilizar las palabras para entendernos. No sé si he sido lo suficientemente clara para llegar con este mensaje a los corazones que quizás estén dolidos sin razón, y por ello crean estar en posesión de la verdad. La razón no se obtiene con gritos o con voces, sino con hechos.

Señor Párroco, cada vez estoy más convencida que usted ha sido enviado a Valdepeñas y a la Parroquia del Santo Cristo a predicar el Evangelio. También lo está haciendo llevando a cabo el Proyecto de Restauración del Antiguo Templo, con el trabajo que eso supone para tantas personas que sufren la situación de la crisis.

Recuerdo lo que dijo una gran señora al entrar a nuestra Iglesia: “Qué acogedora, como debe ser la casa del Padre, para que en ella puedan entrar todos sus hijos, sin distinción de razas y color”. Por eso también está la puerta abierta todas las horas del día, eso también es parte de su obra.

La primera vez que hablamos me pregunto sí sería posible realizar la Gran Obra de Restauración del Antiguo Templo, le respondí que sí, y estoy convencida que lo conseguirá.

Hace unos días uno de los pueblos donde ha estado anteriormente como Párroco, su obra está allí y no me refiero solo a la obra material sino también a la labor espiritual, sus gentes guardan un buen recuerdo. Por eso y por otras muchas razones he comenzado diciendo que lo hacía desde el conocimiento de lo que iba a contar.

Siga adelante porque hay mucha gente que le apoyamos de distintas formas, algunos hasta con la oración. Recuerde que de Jesucristo hablaron y no tenían porqué. A veces, el Señor escribe derecho con renglones torcidos, lo difícil para los humanos es leerlos y escuchar a Dios en su silencio.

Quizás esté en estos momentos  tan triste que no pueda ni mirar hacia abajo porque lo que está claro es que desde arriba lo ve todo.

Siga adelante, nada es fácil en esta vida pero una conciencia tranquila y en paz vale más que mil palabras.

Y termino diciendo que “Ante cualquier ofensa no uses la ley, sino el amor y desde él disculpa sin límites (San Pablo. 1 Cor. 13,6).

 

Apoyo de Afammer Valdepeñas al Párroco del Santo Cristo