jueves. 25.04.2024
OPINIÓN

Caperucita y el lobo

Difíciles tiempos heredados por quienes dependen para subsistir de su trabajo – cada día mas complicado de conservar – en una sociedad que tiende a favorecer la rigidez del pensamiento: todo blanco o negro, izquierda o derecha, buenos y malos, limitando siempre el libre ejercicio propio que no permita la manipulación interesada de tantos monopolizadores de una  coyuntura que no vemos clara en su salida.

opinion dario

Buscando ejemplaridad en la acción política de oposición a “la casta personal que gobierna en Valdepeñas” topé con el Partido Independiente integrado en UCIN, asumiendo su Secretaría de Relaciones con la Prensa , hasta que movido por mi curiosidad de comunicador me acerqué a conocer una Asamblea Pública Abierta de Podemos para conocer y transmitir un fenómeno a respetar con sus millón y medio de votantes en las recientes Europeas.

El Sr. Pena Fandiño opinó que la libertad de prensa de un compañero era incompatible con su servicio, mostrando un verdadero rostro autoritario curiosamente similar al que tanto critica en la gestión del Alcalde y muy lejos del “liberalismo que dice representar”.

Yo pensaba que el conflicto de nuestra guerra civil estaba enterrado, pero el empresario avispado en la industria auxiliar de la Defensa, “había destapado la caja de los truenos”: Mi padre no había sido ningún asesino por ser suboficial guardia de asalto y fiel servidor de una república legítimamente constituida y aprobada democráticamente... otros fueron los que finiquitaron con deslealtad aquel régimen, y yo no me sentí nada bien por el respeto a su memoria y el cruel calificativo del Concejal Pena Fandiño.

No creo que exista partido alguno que utilice argumentos similares para contrastar alternativas a la expresión de queja e insatisfacción por las políticas existentes.

Tendremos que seguir buscando mejores caminos, recordando la cita de Cervantes en el Quijote: Ladran luego cabalgamos, pues algo estaremos haciendo bien cuando incomodan los espíritus libres que tratamos de juzgar las cosas “no por los que nos cuentan los monopolizadores de la verdad”.

Caperucita y el lobo