En una mezcla de odio, falta de escrúpulos y desprecio a la ciudadanía no tienen inconveniente en mentir, engañar y tratar de manipularnos a todos, incluyendo a la Justicia. Para intentar tapar sus vergüenzas quieren que pensemos que los demás -especialmente quienes les combatimos abiertamente- somos tan sinvergüenzas como ellos.
Juan Carlos Monedero es Secretario de Programa y Proceso Constituyente de PODEMOS. Si no fuese un destacado activista por los derechos políticos y civiles de un partido que aspira a gobernar nuestro país, azote de la Casta, no se hubiera creado el 'caso Monedero' que ha inundado España en los últimos días. A lo sumo Hacienda le habría remitido a Monedero una declaración paralela, si se hubiera llegado a entender que tributaba indebidamente; lo que podría ser discutido incluso ante los Tribunales, dadas la diversas interpretaciones existentes en situaciones similares. Lo que es evidente es que Monedero ha declarado sus ingresos, y cuando se cuestionó públicamente si era o no correcto hacerlo a través de una sociedad unipersonal, decidió aplicarse para sí mismo el criterio más exigente, y presentar una declaración complementaria, por lo que en estos momentos está al día con Hacienda, e incluso le debemos un dinero que ha ingresado en exceso. Tanto el Sindicato de Técnicos de Hacienda como la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda han negado que haya producido fraude o delito fiscal. A Monedero la Casta le ha comparado con 'el Bárcenas de PODEMOS'. La viperina lengua de la Vicepresidenta del Gobierno ha llegado decir que “Si todos los españoles hicieran lo que hace Monedero a ver cómo íbamos a pagar los servicios públicos, la Sanidad o la Educación“. La realidad es justo la contraria: “Si todos los españoles hicieran lo que ha hecho Monedero, declarando sus ingresos, haciéndolo en España y no en el extranjero, y presentando su declaración complementaria ante las dudas surgidas, podríamos haber evitado los recortes en los servicios públicos, la Sanidad o la Educación“.
La campaña de acoso y derribo de la Casta contra PODEMOS tuvo hace unos meses otro precedente en el ataque sufrido por Iñigo Errejón, Secretario Político de este partido, con motivo de un contrato de investigación suscrito con la Universidad de Málaga. En el 'caso Errejón' se difundieron mentiras como que era un contrato fraudulento, que no había cumplido su trabajo o que no podía trabajar desde otra ciudad. Lo cierto es que pasado un tiempo el diario El Mundo hubo de rectificar y reconocer -en el mismo sentido que la Rectora de la Universidad de Málaga por cierto- que el contrato era perfectamente correcto, que el trabajo estaba bien hecho y que sí podía trabajar desde otra ciudad.
En mi caso he venido combatiendo a la Casta desde hace más de una década, especialmente en Valdepeñas. Lo he hecho a través de los medios de comunicación y en los Tribunales de Justicia. También yo he sido denunciado, precisamente desde el Ayuntamiento y por aquellos que, debido a mi denuncia, se habían visto involucrados en un caso de prevaricación y tráfico de influencias. La denuncia interpuesta contra mí fue por 'posibles daños al Patrimonio Histórico'. Cuando alguien rompe una luna de un escaparate o quema un contenedor de basura queda el contender quemado o los restos de cristales. En 'mi caso' los denunciantes no han aportado ni una sola evidencia del daño al Patrimonio Cultural que yo haya podido causar; sencillamente porque no existe tal daño. Sin embargo he debido sufrir, entre otras cosas y además de otros daños probados por sentencia judicial firme, que el Ayuntamiento de Valdepeñas difundiera y televisara más de cincuenta minutos de un Pleno municipal en el que mi nombre era recurrentemente mezclado con las palabras "daños", "expolio", "furtivos", o similares. Antes, en tono amenazante, el Alcalde había afirmado públicamente que me iba a 'doler la cabeza' por haberme atrevido yo a denunciar la corrupción en 'su' Ayuntamiento. Por mi parte estoy en condiciones de afirmar que desde hace más de veinte años no sólo no he dañado, sino que he descubierto, investigado, enriquecido y puesto en valor nuestro Patrimonio Cultural, en sentido justamente inverso a lo que afirma la denuncia. Así lo atestiguan mis publicaciones en revistas científicas internacionales o múltiples colaboraciones con las Fuerzas de Seguridad y los Tribunales de Justicia para, de forma altruista y muy comprometida, precisamente perseguir el expolio y prevenir los daños a nuestro Patrimonio Cultural.
En todos los casos a los que me he referido, la difusión malintencionada desde la Administración de datos tergiversados con destino a los medios de comunicación, o incluso en los tribunales de Justicia (recordemos la querella interpuesta, y archivada después, contra Pablo Iglesias), tiene como único objetivo llegar hasta la ciudadanía para sembrar dudas y sospechas sobre quienes están descubriendo y denunciando las maniobras de la Casta. Eso es lo que la Casta busca: intentar desprestigiar la imagen de quien cuestiona sus procedimientos, creyendo que de esta forma silenciarán al mensajero.
Sabíamos que al denunciar el expolio al que nos está sometiendo la Casta gobernante recaería sobre nosotros una enorme lupa, en busca del más mínimo detalle al que agarrar una difamación. Bienvenido sea el examen y bienvenidas sean todas las medidas que contribuyan a que no caigamos en sus mismos errores. De esa forma empujan a que nuestra acción sea más impecable. Y sus denuncias se volverán contra ellos; como un boomerang.
* Luis Benítez de Lugo es arqueólogo, profesor y Secretario General de PODEMOS en Valdepeñas (Ciudad Real)
