sábado. 20.04.2024
OPINIóN

Descomunal falacia

Yo, -es mi opinión, es mi percepción-, creo que ha existido siempre una tendencia en las cabezas pensantes de los poderosos, de los que pretenden dominarlo todo, de los que no aceptan otra situación distinta a la de ser los dueños del chiringuito, una tendencia, pienso, a cortar de raíz todo aquello que se opone a sus pretensiones. Es el sector convencido de que todo no puede ser gratuito, los convencidos de que si quiero una cosa la tengo que pagar, porque si no el sistema se hace insostenible. 

isabel expulsion judios. (Copiar)

 Aquellos a quienes no les cabe en sus cabezas que todos tengamos derecho a una Sanidad de la misma calidad, que todos tengamos acceso a una Educación que respete el principio de igualdad de oportunidades, que a todos hay que brindarle la oportunidad de llegar a donde sus facultades y sus méritos se lo permitan. Y eso debe ser gratuito, debe ser un servicio público, porque si no, solo llega a los que se lo pueden pagar.

Esas mismas cabezas pensantes, -a mí me lo parece-, son las que diseñan las crisis de forma cíclica, o al menos las que nos conducen de la mano hacia las soluciones que debemos adoptar para salir de la crisis. Son las cabezas pensantes que tiemblan cuando ven emerger clases medias con un muy aceptable nivel de bienestar y en consecuencia con un “peligroso poder” en el entramado social.

Sí, a mí me lo parece. La Reina Isabel no quería expulsar a los judíos. Lo hizo, entre otras motivaciones, empujada por una aristocracia, -las cabezas pensantes de la época-, que veían con estupor una clase media muy poderosa, que sabía comerciar, que tenía cultura, que tenía poder adquisitivo, que tiraba de la economía…Los poderosos no podían permitir que una clase emergente entrara en el reparto de los privilegios, cuando ellos eran los únicos merecedores, “los legítimos propietarios”.

La historia se repite. Una minoría social, política y económica, empeñada en no permitir que la sociedad progrese en beneficio de una mayoría. Se les acaba el chollo. Primero provocan la crisis, y luego se presentan como los arregladores de lo que ellos han desarreglado, para desarreglarlo más. ¡Una descomunal falacia!

Descomunal falacia