lunes. 06.05.2024
OPINIóN

Don Quijote juega al escondite (2ª parte)

Decíamos antes que desde el segundo capítulo, hasta el décimo cuarto, se reproduce la idea del retablo del Escorial, coincidiendo también con todo lo expresado en las Instrucciones secretas que envió Carlos a su hijo Felipe II, cuando el emperador se encontraba en Flandes y el príncipe estaba próximo a los dieciséis años, y se hace mención del contenido de esa carta.

2cap2

Comienza el segundo capítulo con un amanecer y Don Quijote saliendo por la puerta falsa del corral a conquistar el mundo, según nos dice Cervantes. Cada vez que nuestro Caballero Andante sale por un portón, me parece un parto con el caballo puesto y todo. Camina todo el día del mes de julio, por la “ancha y espaciosa tierra”, donde no se pone el sol en verano. Creo que el campo de Montiel, es una tapadera que oculta mucho.

Al llegar a la Venta encontró a dos mozas, un porquero, un castrador de cerdos, y en el interior al gordo ventero y los arrieros.

Al día siguiente en el tercer capítulo, podemos identificar a las personas y lugares que ocultan los personajes. La abundancia de cerdos nos lleva a Extremadura, donde en el Monasterio de Yuste pasó sus últimos días Carlos I que es representado ya por el ventero gordo que cuenta sus fechorías por Andalucía, donde se casó el emperador en Sevilla y construyó palacio en la Alhambra de Granada. Dice no tener capilla en la venta porque estaban construyendo una nueva como sucedió en Yuste.

Don Quijote pide que le armen caballero después del velatorio de las armas, “para poder como se debe ir por todas las cuatro partes del mundo”, cosa que conquistó Felipe II. Son las pistas que nos va dando Cervantes para solucionar las mil y una adivinanzas.

Una de las dos mozas (la que envaina la espada) dice apodarse la Tolosa porque su padre era remendón de Toledo. Uno de los consejeros de Carlos I, y con posterioridad de Felipe II, mencionado en las Instrucciones secretas es el Gran Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo .

La segunda ramera se apoda la Molinera, y también es coincidencia que otro de los hombres de confianza del emperador, nombrado en la carta secreta, se llama Francisco de los Cobos y Molina.

No les tenía mucha simpatía Cervantes por los papeles que les asignó.

En el capítulo cuarto, el caballero y su caballo salen de la venta tan contentos, como si estuvieran recién bautizados.

Oyó al joven Andrés de quince años que se lamentaba al ser azotado por Juan Haldudo, ganadero rico de Quintanar. Aquí tenemos uno de los mensajes de la mencionada carta secreta. Descifrando este mensaje veremos como nos

expone Cervantes las distintas adivinanzas. No estamos leyendo el Quijote, lo estamos descifrando mediante un algoritmo como conjunto de instrucciones, con una entrada y sucesivos pasos que nos llevarán al final. Nos da diferentes ideas mediante palabras relacionadas con la solución, incluso ideas distorsionadas. Pero mejor dejamos el paralelismo y seguimos con el libro.

Pues San Andrés, que aparece en el retablo del Escorial, patrón de Borgoña, territorio del Sacro Imperio Romano Germánico, como España, es representado por la cruz en forma de aspa, como las de los molinos, aspa que formó la bandera de España de la época y que sigue apareciendo detrás del escudo de la Casa Real Española en la actualidad. Andrés queda retratado en la infancia de Felipe II, de edad de quince años, que fue cuando recibió las instrucciones. Estaba siendo castigado por sisar una oveja diaria a su amo Juan Haldudo (la sisa en el impuesto, se menciona en la carta). El nombre de Juan Haldudo (faldones) puesto que halda es castellano antiguo que corresponde a falda o saya, corresponde con Granvela (gran tela o saya o faldones) que fue Obispo de Arrás y aparecerá en posteriores capítulos. Fue presidente del Consejo de Estado en Flandes, Cardenal y Virrey de Nápoles. Consejero de Felipe II, como su padre fue de Carlos I. Tenían beneficio de las fundiciones, de ahí que respondiese a Don Quijote que pagaría a Andrés en dinero ahumado, que no perfumado.

No se trataba de un cura a los que se llama pastores en el libro, sino de un alto cargo de la Iglesia, por lo que se le llama el ganadero rico. Y una última observación, es la intencionada confusión de Cervantes sobre la montura, ya que inicialmente menciona caballo y posteriormente se da cuenta de que es una yegua. No es la única vez que Cervantes comete este tropiezo a drede, puesto que es otra pista para dar con la solución. Me explico, los caballeros montan a caballo, los buenos religiosos viajan en mula que es un animal estéril, los homosexuales viajan en yegua y los analfabetos viajan en burro. La montura nos da una idea de la trayectoria de la vida que lleva cada uno. Nos lo indica en el primer capítulo cuando pone nombre a Rocinante.

Después de esta aventura, Don Quijote sigue caminando (por el retablo) y llega a una encrucijada (Cristo con la cruz a cuestas, donde se asoma un romano). Estamos en la época de los emblemas y en un tipo de escritura que los describe.

Descubrió Don Quijote un gran tropel de gente, que como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. Eran seis, y venían con sus quitasoles, con otros cuatro criados a caballo y tres mozos de mulas a pie. Suman trece, y se vuelve a hacer mención de caballos y mulas como veremos en todo el libro. Desde Toledo a Murcia caminamos hacia Levante, es decir, hacia Oriente. En el retablo tenemos la Adoración de los Reyes, que viajan tres personas en tres camellos, que

suman seis, con tres mozos de mulas que pueden ser los pajes. Los reyes van con quitasoles y vienen de oriente como la seda. La seda se puede relacionar con el otomán y éste con el Imperio Otomano contra el que luchaba la Liga Santa. Quizá mejor la relación con “La junta de los trece” de las Germanías o rebelión de los gremios liderada por el terciopelero Vicente Peris.

Don Quijote les pide fe y confesión en que Dulcinea es la mas hermosa. Se hace hincapié en la confesión que puede relacionarse con las Germanías y con el sacramento. Un mercader burlón y discreto menciona a las emperatrices y reinas de la Alcarria y Extremadura, lugares significativos de las esposas de Felipe II y además sale a relucir la tuerta princesa de Éboli, de la que se decía que fue amante del rey.

Además de la gran cantidad de pistas que nos van dando en paralelo a la trama principal, el mercader nos recuerda que “por el hilo se sacará el ovillo”. Clara pista del modo de proceder para resolver el jeroglífico. En cada capítulo va mencionando los Sacramentos, las virtudes teologales y cardinales y otros capítulos del Catecismo y Nuevo Testamento, ya que estamos en pleno Concilio de Trento, siendo el Sacro Imperio Romano Germánico el mas firme oponente de la Reforma Protestante y el humanismo como después iremos viendo en próximos capítulos, donde con mayor frecuencia se habla de los libros de caballerías y de las órdenes de caballería, que son la tapadera de las Divinas Escrituras. Cervantes transmite que pretende acabar con los libros de caballerías, pero no me lo parece, o por lo menos no solo eso. Antes arremete contra el fanatismo y fundamentalismo cristiano de la época, cuya máxima expresión es el Santo Oficio o tribunal de la Inquisición.

Don Quijote juega al escondite (2ª parte)