jueves. 09.05.2024

Pasan los años sin romper nuestro conformismo con actitudes valientes e innovadoras, que nos ayuden a romper la “atadura” de más de lo mismo, justificado con el “no merece la pena” que se exclama con escepticismo.

Mientras tanto nuestro abandono, deja a los profesionales de lo público en la realización  de  un oficio lucrativo, lejos de sus raíces.

Las políticas plebiscitarias – como ocurre en Cataluña – nos convierten en sujetos reducidos a expresar el – sí o no – y en todo caso a ver y escuchar sin opinión propia.

La democracia exige elección, osea opción entre varias posibilidades, pero concurren – en nuestro caso – partidos cuya única alternativa es la crítica del contrario, ocultando incompetencias e incoherencias  ¿ que  proponen ?

Los hay también, que olvidan su pasado totalitario por la izquierda o por la derecha, como si quisieran colar “el partido único” que ni con Stalin ni con Franco fueron alternativas de progreso social.

Nos podemos quedar huérfanos de lo absurdo, - como en tiempos pasados con Fernando VII, donde había  gentes  gritando: - ¡ que vivan las cadenas ! En una democracia frailuna – muy criticada por Menendez y Pelayo -.

Se esperan propuestas a adecuadas a la situación actual,  que sean “entendibles” para poder elegir con libertad y responsabilidad, para encontrar los mas conveniente.

Hay que desconfiar de los que solo pueden presentar pasados sin compromiso social y falta de vocación por la participación...¿ que motivaciones privadas ocultan, para captar el voto de los insatisfechos ?

Miramos mas allá de las apariencias, justificadas exclusivamente en la impronta de líderes nacionales lejanos, porque no vemos claro ni sus aportaciones ni sus fórmulas. 

¿ Se animará la participación cívica o el despotismo ilustrado ? 

Veremos, pues parece que la “carrera” ya ha empezado, y en el “parquet ” hay demasiados candidatos al pacto a cambio de un “trabajito”...

 

Elección sin pactos contra natura