viernes. 26.04.2024
OPINIóN

Elogio de la Economía de Mercado

La economía industrializada es dinámica en alto grado. En esta economía se tienen que llevar a cabo no sólo las acomodaciones constantes a los nuevos datos, que se derivan del desplazamiento de necesidades, etc, sino que es absolutamente necesario acomodarse a las continuas mejoras del aparato de producción a fin de no resultar obsoletos e inviables desde el punto de vista de la rentabilidad. 

Luis de guindos

Se advierte la necesidad de realizar constantemente correcciones y nuevas acomodaciones tanto en los utillajes como en los sistemas de organización. De hecho, hemos advertido que los empresarios que más se han acomodado a los desarrollos tecnológicos y han sido más innovadores en los modelos de organización han resistido y superado mejor la crisis, siendo incluso ahora más fuertes que antes. Y es que ya el Infante Don Juan Manuel en El Libro de los Estados, afirmaba que tanto el fazer como el decir “acaescen en cada tiempo”.

Ninguna crisis o depresión es igual a las demás. Por ello nuestro Ministro de Economía ha tenido que hacer una política económica mezclando varias escuelas económicas de forma ecléctica ante una ordenación económica que se encontraba al borde de su disolución.

Los liberales no queremos que nuestra Administración esté jamás vinculada a grupos privados de poder económico, en contra de otros agentes económicos que no cuentan con el beneplácito del poder político de turno. La dirección del proceso económico que corresponda a la Administración (licencia de apertura, aprobación de las instalaciones, impuestos etc ) no debe causar daños ni estorbos ni trabas en la dinámica económica local. Y las correcciones deben buscar siempre y en todo caso la alianza entre el cumplimiento de las leyes y la prosperidad de la empresa. Los políticos si son liberales nunca pueden estar para clausurar negocios ni entorpecerlos con minucias administrativistas, sino para desbrozar el duro camino del afán empresarial todos los días.

Moralmente hablando el problema de la ocupación total es el problema central de la política económica para el PP, como se ha visto siempre, y que hoy comienza a dar sus frutos: más de 60.000 empleados nuevos en el mes de marzo, la mayor parte con contratación indefinida.

Los impuestos a la industria para no convertirse en exacciones tienen que ofrecer servicios, como son seguridad, limpieza, contenedores, alumbrado, zonas verdes y publicitación de sus actividades. La política económica de raíz liberal puede parecer humilde de puro realista, pero está basada en las posibilidades de las que se parte. Lo insensato es trazar horizontes faraónicos que acaben siendo páramos de desolación. Se trata de marchar por el camino recto, que no conduce al laberinto de las ilusiones. Según la previsión de Pascal, todo intento de elevar al hombre por encima de sus límites naturales tiene que terminar necesariamente en una degradación mayor. Lo mismo pasa con las naciones.

Nuestra época – qué duda cabe -, tras la terrible crisis económica que hemos padecido todos, se encuentra ante la tarea insoslayable de llevar a cabo una valoración de conceptos tradicionales y de confesarse lo que hay de superado en muchas formas de su vida económica y política. Nunca los liberales hemos sido retrógrados en este aspecto. Deberíamos bonificar el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras, así como el de Bienes Inmuebles, dependiendo del tipo de actividad, del número de puestos de trabajo y del plazo de puesta en marcha. El desarrollo empresarial no puede seguir siendo tutelado por los políticos de turno, sino por los propios empresarios y quienes lideran las estrategias de promoción económica de la sociedad española en general.

En contra de lo que pueda parecer la crisis económica – excluyendo los factores puramente delicuenciales de algunos financieros – no ha sido fruto de la libertad de mercado, sino al contrario, de una cadena de intervenciones horribles de las autoridades económicas de la Administración Obama. A los primeros desasosiegos la política económica se vio presa de una necesidad incesante de pasar de intervención a intervención, porque en cada intervención se producía una nueva perturbación del equilibrio económico que exigía, a su vez, nuevas intervenciones, hasta casi la rigidez completa, que estuvo a punto de llevar a la economía a la esclerosis por pura planificación política.

El gobierno actual ha llevado a cabo el paquete de medidas más importantes a favor de los autónomos que se ha hecho desde los inicios de la Democracia. Y lo ha hecho porque uno de cada cinco empleos lo generan los autónomos. La crisis ha terminado. Es la hora del reemprendimiento en España. Es la hora de llenar de empresas los solares vacíos o desocupados de los polígonos de las grandes y pequeñas ciudades. El crédito vuelve a fluir, la Administración dejará ya de ser un enemigo con sus trabas burocráticas, convirtiéndose en un aliado siempre alentador. Afianzar la recuperación de España depende de afianzar a los autónomos y a los pequeños empresarios, facilitando también la continuación de las grandes empresas. Es decir, afianzar la prosperidad que pronto nacerá a todos los que ponen sus afanes laborales en sus empresas. Hoy hay medidas del gobierno que eximen los 500 primeros euros del salario en la cotización de la seguridad social. Se legisla a favor de la formación de los autónomos.

Los Ayuntamientos son la institución más antigua en el ordenamiento administrativo y jurídico de España, así como los más cercanos al ciudadano y la que éste más identifica. Queremos luchar contra la lentitud de esta Administración. Queremos que todos los consistorios sean transparentes.

La economía de mercado resuelve prácticamente el inconveniente de que pudiera existir en las localidades, autonomías o el propio Estado empresarios especialmente mimados por el poder local, autonómico o estatal gracias a la presión de la competencia, que no permitiría que las posiciones privilegiadas conquistadas se pudieran consolidar de modo permanente contra derecho.

Si queremos dar al progreso social un fundamento más seguro no podemos renunciar a una economía de mercado eficaz, en donde las Administraciones sólo se inmiscuyan con mano ligera. Una ordenación libre del intercambio es la única base sólida posible de una economía progresiva y eficaz.

En resumidas cuentas el Partido Popular, único partido liberal que queda hoy en España, debería ofrecer a los polígonos agilidad administrativa, apoyo a los emprendedores, Jornadas de Formación para los empresarios que posibiliten su reciclaje continuo, buenos servicios y publicidad de sus actividades en el marco siempre de una economía de mercado.

Elogio de la Economía de Mercado