jueves. 28.03.2024

Nos llega, fiel a su cita, el Primero de Mayo, la festividad con la que se recuerda a los Mártires de Chicago y se convierte en jornada reivindicativa de los derechos sociales y laborales, tan duramente atacados en los últimos años. Varios desafíos se contemplan en el horizonte.

Instalados en la precariedad y un nivel de bajos salarios, vivimos un modelo económico tan viejo como obsoleto, en el que se gana competitividad en precio para salir a la exportación a base de recortar ferozmente el coste salarial. Se ha repetido hasta la saciedad: no es que se esté creando empleo; se está troceando el empleo que hay en otros más pequeñitos y peor pagados. Mientras, el crecimiento económico permite a los de siempre aumentar sus beneficios. ¿Se ha de presumir de esta situación? ¿Se han de escuchar cifras macroeconómicas que no se traducen en la calle?

Pues a poco que uno se asome por la ventana, verá en las plazas el descontento social. Verá a los pensionistas hartos de ver caer su poder adquisitivo, defendiendo sus pensiones públicas, frente a los que las maltratan tratando de empujarles a planes de pensiones privados.

Verá una inmensa marea morada haciendo visible lo que siempre ha estado ahí y la versión oficial pasaba por alto: la inmensa fuerza de lo femenino, alzando la voz para, simplemente, decir estamos aquí. Necesitamos romper techos de cristal; necesitamos hacer desaparecer la brecha salarial; necesitamos el futuro nuevo que nos merecemos.

En este Primero de Mayo la fuerza de la gente, de la voz de la gente, alzándose con valores que nunca debieron ser abandonados, deben estar más presentes que nunca. Y deben ser escuchadas, vividas, sentidas, visualizadas. Están aquí. Lo han estado siempre y van a quedarse. No son rabia pasajera; son España. La España que se resiste al neocaciquismo de unos y al neoliberalismo de otros, que quieren ocultarlo todo tras banderas. La España honrada y trabajadora que pelea día a día por ser mejores.

Y que hoy, Primero de Mayo, necesitan de nuestro aliento.

¡PODEMOS!

Este Primero de Mayo, PODEMOS