Mas hiriente resulta reconocer en nuestro entorno a “tantos patriotas” que prefieren contratar a rumanos y moros “para optimizar sus resultados explotadores”.
Conozco a un terrateniente, que presume de haber sido legionario en Melilla y por lo tanto “conoce muy bien como manejar a los marroquíes”... Los prefiere: y así ganan mas del 50% del coste laboral...
Eso pasa en la hostelería, en la agricultura, y hasta en la ganadería, pues la Junta parece que no tiene dinero, ni ganas de hacer inspecciones, y así “todo vale”, pues hasta se justifican diciendo “que los nuestros no quieren trabajar”.
Nuestra crisis es mas de ciudadanos sin valores, y hasta resulta paradójico, que la mayor parte de las ayudas alimentarias que se reparten, tienen por destino inmigrantes cuyos ingresos se aplican con remesas a sus países de origen y hasta tráficos en economía negra que permite comprar vehículos baratos, sin asegurar, hacer transferencias dudosas, móviles caros que terminan en un lejano bazar...¡vaya caos!
No se trata de estimular políticas racistas, sino de exigir que se estimule un desarrollo de nuestro medio rural evitando que nuestros jóvenes tengan que emigrar, mientras se contratan continuamente extranjeros... ¿Vieron cuantos médicos inmigrantes hay en el Hospital de Valdepeñas?
Un conocido restaurante de Valdepeñas solo emplea rumanos: cuesta menos y los despidos son mas baratos...
La presión fiscal sobre nuestros autónomos se une a unos contravalores existentes, donde prima la “pillería” y el afán de lucro, estimulados por series televisivas como “Aida”, - que son vistas por los niños – que presentan con naturalidad y normalidad el robo y la explotación.
Se necesitan más políticas y menos politiqueos incompetentes, ideologías claras y acciones congruentes, pues ya no sabemos si son de derecha o de izquierda, cuando parece que todos van por lo mismo y siempre sin contar con la ciudadanía, dejando la “democracia” al derecho a votar cada cuatro años para hacer lo que quieran.”
