domingo. 19.05.2024
OPINIÓN

Globalización errónea

Desde esta agrupación, hemos denunciado en repetidas ocasiones que el origen de la crisis está en una globalización mal entendida, mal administrada. Vamos a tratar de demostrar nuestra tesis, que es la tesis de los socialistas en España y en Europa. Alguien puede decirnos, y con mucha razón, ¿por qué no lo han hecho antes? Es verdad ha sido un error. Pero estamos a tiempo de rectificar, y en ello estamos. 

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El Partido Socialista lleva mucho tiempo analizando ese error; se ha estudiado en profundidad; estamos en condiciones de iniciar una nueva etapa que reconduzca esa globalización mal orientada hasta ahora. Todo el proceso que ha provocado la crisis económica se centra en globalizar la economía y no globalizar la política. El dinero se mueve con una libertad absoluta, y todo lo demás, personas, normativas, leyes, y regularizaciones, lo hacen en medio de grandes dificultades.

Lo más influyente y decisivo, en este proceso ha sido el establecimiento de empresas transnacionales. Empresas que se establecen en países con un Producto Interior Bruto, mucho menor que el potencial de la empresa en cuestión. La consecuencia es que tienen mayor poder que el estado donde está radicada. Debilita a los estados, y les impide que ejerzan el más mínimo control sobre su funcionamiento; además de que su dinero se mueva con absoluta impunidad por todo el universo mundial.

Esto es muy fácil de entender, pero no tan fácil el combatirlo, no tan fácil cambiar el rumbo de esta globalización muy mal entendida. Mal entendida pero que favorece sustancialmente a los movimientos de capital, empobrece a los países, y hunde a las sociedades en la pérdida de sus derechos. Por ello los países fuertes han podido frenar más el fenómeno, mientras los más débiles han sufrido con mayor virulencia el zarpazo de esta maldita crisis.

La única solución que tenemos en el entorno más inmediato en el que nos movemos es la fortaleza de Europa. Una Europa Federal con fuerza suficiente para regular ese movimiento de capitales que campan a sus anchas. Por eso, mientras las corrientes neoliberales imperen en Europa, y Alemania siga encabezando la misma corriente, no acabaremos con la crisis. Nos dicen que está mejorando, pero no es verdad. Se mejora la macroeconomía, mejoran los intereses de quienes han diseñado este plan, pero el daño ocasionado por la crisis no mejora, al contrario, va cada vez peor.

Por eso decíamos al principio que los socialistas hemos tenido parte de culta. Pero todos. Los dirigentes estudiando y promoviendo este cambio de rumbo, y los demás eligiendo acertadamente las políticas que nos lleven a corregir esta globalización mal entendida. Si no lo hacemos nuestro peso en la Europa global será irrelevante y seguiremos dominados por las mismas corrientes.

Necesitamos volver a la Europa de la solidaridad y la cohesión, a la Europa que incluye a todos, a la Europa que prioriza el bienestar social de sus ciudadanos, a una Europa que tenga poder en el mundo globalizado, una Europa que respete la libertad de mercado, pero vigilando que no vuelva a cometer los abusos que ha cometido y que han producido esta crisis.

Globalización errónea