Es un orgullo ver como todo un país entero, sea de la ideología que sea, ha llorado y ha sentido la muerte de Adolfo Suárez, un hombre que bien debería ser el espejo donde muchos políticos se mirasen, que ha demostrado que un político puede tener no solo cabeza sino también corazón. En definitiva, ser una buena persona.
Con este artículo no juzgo a nadie en particular, pero sí a muchos en general, porque llevamos unos años que la política en nuestro país, además de convertirse en un circo es un auténtico fiasco, donde cuatro se reparten el poder a sabiendas que ese no es su cometido.
Adolfo Suárez, tuvo la grandeza de ser el primer presidente de la Democracia, de un país que venía mermado por una dictadura de 40 años, un político que supo escuchar y sentir lo que su pueblo sentía, que supo iniciar y reconducir una Democracia con el objetivo de que los que le siguieran supieran hacerla grande, algo que no ha ocurrido.
Recuerdo aquellas imágenes en televisión, cuando el intento de golpe de Estado del 23-F, que me impactaron y que han vuelto a revivir en mi cabeza: un Adolfo Suárez de pie enfrentándose a Tejero, sin miedo, sin pensar que en la locura de aquel momento podría haber perdido la vida "por su país y por su gente". Recuerdo a mi padre diciendo que estuvo en su mismo cuartel cuando hizo la mili, definiéndolo como un hombre educado y con mucho carisma, de como la primera vez que lo vió le impresionó.
“Gobernó por y para el pueblo”, esta frase hoy a nuestros políticos ni les resulta familiar. No me cansaré de decir que los políticos de hoy en día, aquellos que se han alzado con la bandera de “me meto en política para vivir de ella, para enriquecerme, para tener el poder” no van a tener del pueblo el mismo cariño que “El Presidente” ha tenido en su despedida. Los ciudadanos no somos tontos, pero si somos los que sufrimos las consecuencias de los malos presidentes, de los malos gestores, de quienes no tienen corazón para gobernar y a ellos sí que no les vamos a llorar.
¿Qué habrán pensado los que en su día fueron Presidentes de Gobierno de España cuando han visto como el país entero llora la muerte de un buen hombre y un buen político? ¿Habrán hecho examen de conciencia?, espero que sí, porque ello irá en beneficio de todos.
Suárez fue Presidente en tiempos difíciles y convulsos, se ha ido, pero ha dejado un legado que los españoles nunca olvidaremos y que pasará de generación en generación: una Democracia y la prueba de que un político puede ser “una buena persona”. Descanse en Paz.
