jueves. 28.03.2024
OPINIÓN

Sin mordazas

Estampa fúnebre la que quiere identificar el ornato de Valdepeñas. La Avenida 6 de Junio, poblada de unos curiosos “templetes” negros parecen recordar el “descanso eterno” de dicha avenida que en la prolongada “del Vino” se completan sus resonancias con hileras de cipreses, que prevemos su presencia futura observando las imágenes, que hoy mismo se complementan con poemas iluminados y una “barandilla” de acero inoxidable que no sabemos bien su aportación estética, pero que habrán costado unos miles de euros.

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Ya comentaba anteriormente, una opinión sumada a la de muchos ciudadanos con objeciones relacionadas con el daño a la visibilidad para vehículos, y  como podemos ver en  las fotografías adjuntas en su misma instalación transcurren conducciones eléctricas, sabiendo que sus raíces avanzan en linea recta vertical. 

Entendemos que el gusto estético de la ciudadanía y los riesgos ambientales ( hojas con herbicidas naturales, previsibles hormigas , etc ) no expresan precisamente un amor por el arbolado, ya puesto en duda en las talas del Parque de Cervantes y Luis Palacios, como si se quisiera convertir el pueblo   en un “panteón” del pasado, triste designio de su población envejecida y con poco futuro,  como si el presagio de esta ciudad, no solo sean   estatuas con referencias “grises” a modo de “uniformidad” del nuevo Valdepeñas o árboles fúnebres como el ciprés, eso si con aplicaciones de tóxicos como la “permetrina” que a pesar de estar regulado su uso por su peligrosidad, los operarios de la contrata la aplican sin ninguna protección... 

Petición: que nuestra Concejalía de Medio Ambiente, considerando que los árboles llenan de significación la historia de nuestros pueblos: 

“Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo.

algunas hojas nuevas le han salido. “  (Antonio Machado) .

En coherencia de aquella década del 75,  con  ilusionada esperanza del pueblo hacia una nueva generación política, capaz de apuntalar un  renacer que ahora  anhelamos.

Habría que rechazar  el simbolismo del ciprés en un pueblo que se debe despertar., mas que ambientar el recuerdo de los seres queridos con un decorado  que por tradición siempre  eligió el ciprés y reservar para los entornos urbanos otros arboles  cuya significación no se relacione con la “verticalidad”  de nuevo buscada. 

Que el miedo, la injusticia y la ignorancia no coarten nuestro derecho a cuestionar decisiones, cuando tradicionalmente se viene ignorando la ciudadanía como vienen denunciando partidos de izquierda y derecha, y asociaciones de ciudadanos comprometidos también, sin mordazas, sin subvenciones  y con competencia técnica para opinar, aunque sabemos de incursiones que tratan de amordazar la libre expresión de nuestras ideas, aunque siempre hay medios que apuestan por el respeto a todas las ideas.

Sin mordazas