jueves. 02.05.2024
ANáLISIS

Notas desde la barrera. Cap. I: Encuentros en la 3ª fase

Cuenta un viejo chiste que la borrachera consta de 5 fases: pre-copeo, copeo, negación de la evidencia, exaltación de la amistad y bailes regionales. No es cuestión de ponernos a analizarlas todas, y menos en las fiestas en las que estamos inmersos ahora en mi querida Valdepeñas. Así que sólo me referiré a la 3ª: negación de la evidencia.

encuentros_en_la_tercera_fase_1 (Copiar)

Por supuesto, no es imprescindible coger una curda de muerte para pasar por esta fase. De hecho, se puede estar permanentemente en ella sin necesidad de pasar por los estadios previos y sin tener que seguir los pasos posteriores. Es una fase totalmente independiente de todas las demás, y lo demuestra el hecho de que abstemios recalcitrantes vivieron en ella hasta el fin de sus días. Porque no hay peor ciego que el que no quiere ver, como bien dice el refrán.

Ahora que se acaba el periodo vacacional, tan parco en noticias locales, se nos presenta un otoño interesante. Al menos ese es mi deseo. Un otoño donde los políticos volverán a decirnos en ruedas de prensa lo buenos que son ellos y lo malos que son los demás. Un otoño donde esos políticos afilarán los cuchillos contra extraños... y contra propios. Un otoño, en resumen, como todos los otros otoños. Sin embargo, este periodo se presenta más interesante que otros en nuestra ciudad porque, de ser cierta la noticia que el diario "Lanza" publicó el 16 de febrero, un elemento novedoso irrumpirá con fuerza: un posible juicio oral contra un conocido político local por falsificación (presunta) de un documento público.

El hecho de sentarse en un banquillo, aunque no del todo extraño al político en cuestión (pero en otro contexto), es algo muy grave. Tan grave, que el hecho de tener que sentarse conllevaría que tuviera que dimitir a poco que tuviera cierta dignidad. Tan grave, que si su máximo rival estuviera en este trance exigiría de inmediato dimisión, mazmorra y galeras. Tan grave, que su constante estancia en la 3ª fase a la que me referí al principio no le servirá de nada esta vez.

Y es que este político se encuentra permanentemente en la negación de la evidencia. Niega la evidencia de que el electorado lo rechaza de forma tajante. Niega la evidencia de que es imprescindible renovar el partido al que representa. Niega la evidencia de que sólo está en política porque no quiere buscarse otra forma de ganarse el sustento. Todas las evidencias en su contra, absolutamente todas, son negadas de forma vociferante mientras insulta y amenaza a quién tiene la osadía de presentarle la dura realidad a la cara. Porque esa realidad, siendo dura, no lo es tanto como la cara de esta persona que ha mantenido secuestrado a su partido durante largos años dejando cadáveres a diestro y siniestro, víctimas de la 3ª fase eterna en la que él y sus seguidores llevan instalados largo tiempo.

Independientemente de cuál sea el resultado de ese posible juicio, espero que instancias superiores a él tomen las medidas adecuadas en estos casos llegado el momento. Si él no dimite, que lo dimitan. Si se aferra al cargo, agua caliente y espátula. Si vocifera, insulta y llora, abundante provisión de pañuelos y jabón para la boca. Porque sería vergonzoso que pasara de la 3ª a la 4ª fase y los demás fuéramos (y fueran) tan ingenuos de seguirle el juego. No hay que dejarse engañar por el cambio de color de los camaleones, porque debajo de todo ello sólo subyace un reptil.

Sé que este estreno es fuerte. Sólo espero seguir la máxima de Hitchcock: empezar con un terremoto y seguir para arriba. Prometo esforzarme para conseguirlo, y para ello prometo que la próxima vez hablaré de política y no de sus subproductos.

Notas desde la barrera. Cap. I: Encuentros en la 3ª fase