martes. 23.04.2024
OPINIóN

Notas desde la barrera Cap. XXIX: Nada

Nada. No sabía nada. No conocía nada. No se enteraba de nada. Delegaba porque no es Dios y no podía estar en todos sitios. Sólo se ocupaba del mensaje político porque era la candidata y la campaña la llevaban otros. Estaba en Babia porque esa y no otra era su misión. La intendencia la llevaban sus colaboradores y ella se limitaba a ser Alcaldesa. En resumen, Rita Barberá ha preferido pasar por tonta antes que por corrupta, quizá porque la estupidez no es aún delito y la corrupción sí.

Rita_Barberà_2014_(cropped)

Enfundada en su ya tradicional collar de perlas, la todavía Senadora tuvo a bien comparecer ante el populacho para ofrecernos su versión de la historia. Una historia de la que dice ser ajena. Le ha faltado decir que ella sólo pasaba por allí mientras los pitufos blanqueaban ese dinero negro a base de donaciones de 1.000 euros. Como el que es testigo de un crimen mientras saca a pasear a su perro. Cuestión de mala suerte, nos ha venido a decir. De estar en el lugar equivocado en el momento más inoportuno.

Acto seguido, se encendió el ventilador. La tradicional estrategia del “y tú más” elevada a la máxima potencia se ha puesto en marcha. Rita, papel en ristre, soltaba que los demás también tienen casos de corrupción. Hágase énfasis en el “también”. El subconsciente ha jugado una mala pasada a la ex-Alcaldesa, por lo que parece. Y no ha sido el único, porque apoyando su argumentación ha dicho que se quiere ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, reconociendo de forma tácita que esa paja existe. Aunque eso sí, como los demás también tienen casos lo suyo es disculpable, parece querer decir.

Se nos reía en la cara la muy honorable diciéndonos que es ridículo pensar que un partido se financiaba a base de pitufeos de 1.000 euros. Se le ha pasado por alto que son muchos “1.000 euros”, y que sumados dan una cantidad más que respetable. Y ha pasado por alto también que esas donaciones no eran para financiar el partido, que eso ya se encargaban de hacerlo los constructores y empresarios afines, sino que servían para blanquear esa gran cantidad de billetes de 500 (María José Alcón dixit) que el PP tenía. Intentando hacerse la tonta, ha pretendido tomarnos por tontos a todos.

Resultaba enternecedora esa arrogancia con la que nos ha perdonado a todos la vida por haberse visto obligada a dar la cara en esta desagradable situación. Como si declarar ante el juez de forma voluntaria, como ha dicho que hará, fuera degradarse a una situación impropia de su cargo y su abolengo. Y digo que resultaba enternecedora porque recordaba al niño pequeño que, brazos en jarras, regañaba a su padre por no ponerle los dibujos animados en la tele. Y al igual que ese niño, los argumentos utilizados daban más risa que enfado.

“No hay nada nuevo”, ha soltado quedándose tan ancha. Y en eso sí que ha metido la pata la muy ilustre, porque sí que lo hay. Hay conversaciones telefónicas en las que se reconoce no sólo el blanqueo, sino que era una práctica habitual. Hay cheques firmados que demuestran las donaciones. Nos estamos enterando de que, al parecer, en el caso Noos hay sentado en el banquillo alguien que está pagando el pato por Barberá. Claro que hay cosas nuevas. Y más que habrá. De esas novedades que contradicen las explicaciones conforme se van dando, y que hacen cierto el refrán de que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.

Una vez que terminó la comparecencia en carne mortal de la Sra. Barberá, se produjo en su partido un conato de incendio. Porque si bien Maroto y Casado mostraron su discrepancia, a Rajoy le parecieron bien las aclaraciones de la Senadora. El Presidente, fiel a su política de hacer que las cosas se arreglen por sí mismas, mostraba su predisposición a no hacer nada. Muy fuerte ha debido ser el debate cuando esa misma tarde el PP ha rectificado y ha abierto un expediente informativo a todos los imputados. Y no deja también de tener gracia que lo haya anunciado el Sr. Maíllo, también imputado por el caso de Caja España. Un imputado diciéndonos que se ha abierto un expediente a otros imputados. Todo muy propio de una película de los Hermanos Marx.

Nada. Rita Barberá no se enteraba de nada. A Mariano Rajoy el cuerpo le pide no hacer nada. En nada se transformará la primera cuando el segundo pase de llamarla “nuestra Rita” a referirse a ella como “esa persona por la que usted me pregunta”. Y en nada se quedará el Partido Popular por los casos de corrupción, por el quietismo de su Presidente y por la manifiesta torpeza de una estructura anquilosada y chirriante que huele a podrido por todas partes. Y esto acaba de empezar.

http://tercerpiedelgato.blogspot.com.es/

Notas desde la barrera Cap. XXIX: Nada