lunes. 29.04.2024
OPINIÓN

Pensamiento único

El pensamiento único y la democracia son incompatibles. El pensamiento único es propio de las dictaduras. La esencia de la democracia es que se puedan presentar alternativas diferenciadas. Pues bien: estamos viviendo, padeciendo, las terribles consecuencias de habernos impuesto un pensamiento único: “La salida de la crisis solo se puede concebir desde la austeridad en el gasto público, en una reforma laboral que busque la competitividad a base de trabajo barato y precario, y en el apoyo, sí o sí, al sistema financiero, con dinero público”.

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Y lo peor es que, en esta ocasión, además de antidemocrático es, está siendo, absolutamente nefasto, contraproducente. No es que estemos tardando mucho en salir de la crisis, es que no vamos a salir. Saldremos de la recesión económica, porque le interesa a los poderosos, pero no saldremos de la crisis. El ciudadano de clase media y baja seguirá padeciendo la crisis. Se está dando el caso de que personas que encuentran un trabajo ganan menos que con un subsidio de desempleo. Están entrando en el territorio de la pobreza cada vez más ciudadanos.

¿Cuándo se va a terminar esto? Cuando abandonemos ese pensamiento único que nos han impuesto las corrientes neoliberales imperantes en Europa. No es cierto que la austeridad sea la solución única para salir de la crisis. No. Con recortes y más recortes la deuda ha aumentado hasta límites insoportables. Véase la deuda en el año 2011, y véase la deuda en 2014. Eso sí, lo que era principalmente deuda privada, ahora es deuda pública. ¿Dónde están las ventajas de la austeridad?

La competitividad, en países avanzados, no se consigue con el despido barato y los bajos sueldos. Se consigue con una mayor productividad, con innovación, con calidad en la producción. Así se producirá más y mejor. No es ningún descubrimiento último. Es lo que ha hecho siempre Europa, por lo que siempre se ha distinguido.

Y por último, no al pensamiento único, en lo que se refiere al sistema financiero. Un sistema financiero al servicio de la sociedad, y no una sociedad al servicio del sistema financiero. Solo ha creado injusticias y desigualdades. ¡Hay que cambiar!

Pensamiento único