martes. 16.04.2024

Ha surgido el fenómeno “Podemos”. ¿De forma espontánea? No. Si echamos una miradilla a la historia, más o menos reciente, podemos concluir que este tipo de reacciones surgen siempre como movimientos de protesta ante una situación de abuso insostenible. ¿Ahora la culpable es la reacción? No, es quien la ha causado.

No podemos pedir a la sociedad que comprenda la necesidad de ayudar a quienes han provocado la crisis, y que las víctimas, las que sufren las consecuencias de los atropellos sean las abandonadas. Algunos no se han dado cuenta de que esa situación tiene un límite de aguante. Y cuando ese límite se sobrepasa surgen estos movimientos. Ahora toca llamarles antisistemas. ¡Qué graciosos!

Los que han provocado la crisis, los que han creado la burbuja, los que han permitido que reviente, ¿esos no son antisistemas? ¿Son esos los buenos de la película? Algunos quieren que los antisistemas “malos” estén calladitos, y permitan que los antisitemas “buenos” sean los que quieran apagar el fuego. Eso es muy difícil. La sociedad, aunque no entienda de macroeconomía ni de ingeniería financiera, no es tonta. Llega un momento en que está harta de aguantar.

La solución no es “Podemos”. Pero ¡ojo!, si no queremos movimientos como “Podemos”, DEBEMOS poner los medios para que el abuso termine de una vez. Ahora no se arregla montando una campaña de desprestigio, al más puro estilo de las dictaduras: Son una izquierda mala, son comunistas, son aliados de Chávez, están con la ETA, no. Eso es como soplar al fuego para que arda mejor. 

Sí. El fuego arderá más y mejor. Los fenómenos que surgen como descontento no se combaten con ataques furibundos. Los que han optado por ese camino les están haciendo una magnífica campaña. Cada insulto, cada ataque, es un puñado de votos. Así no se combaten; se combaten atajando las causas que los han producido.

Podemos, no. Debemos