viernes. 26.04.2024
OPINIÓN

Pujol o Cataluña

La peor crisis que ha sufrido España desde la Transición, ha sido la política. Una crisis política que ha llevado a la ciudadanía a ver en sus políticos uno de los problemas más graves que tenemos. Cada vez que aparece un problema, y por desgracia aparecen muchos, detrás, entre bambalinas, está la mano negra de algunos políticos.

pujol

Si la política no estuviese sumida en una profunda crisis, todos los demás problemas hubieran tomado otros derroteros muy distintos.

Sin crisis política, no habría la crispación que hay, fuera y dentro de los partidos, la crisis económica no nos hubiese castigado de forma tan devastadora, la corrupción se hubiese afrontado con un poco más de dignidad, incluso ha llegado a afectar a la estructura misma del Estado. Sí. El Estado de las Autonomías se tambalea por falta de visión política, por falta de voluntad honesta de la política. Y si no cambia el “Estado de la Política”, no se arreglará nada. No habrá reformas estructurales, ni recortes, ni federalismo, ni reforma de la Constitución, capaz de enderezar el rumbo.

El caso Pujol, no es nuevo. Está presente en la sociedad, desde que en 1984 estalló  el escándalo de Banca Catalana. Los presuntos tejemanejes de dinero por parte del clan Pujol han sido y siguen siendo una realidad en la burguesía catalana. Todo lo presunta que queramos, pero una realidad, que no se ha sabido, ni se ha querido destapar. Quizá porque para destaparlo siempre nos encontramos con que quien debería destaparlo tiene mucho de qué callar. Y cuando se ha intentado destapar se ha hecho por la endémica, y poco saludable, lucha de catalanismo/españolismo.

Entonces y ahora el proceso ha sido el mismo. El españolismo no busca destapar un caso de corrupción. No se hace por limpieza higiénica. Se busca desprestigiar el catalanismo. Así vamos contra la consulta y contra el soberanismo. Pero el catalanismo, a su vez, se escondió, en el año 1984, y se esconde ahora, detrás del catalanismo. El problema Pujol se describe como un ataque a Cataluña. Hace 30 años dio resultado. Pujol salió indemne, se fue de rositas, y sus forofos, lejos de castigarlo, lo votaron masivamente. Un fenómeno que se viene repitiendo, porque hay una extendida crisis política de la que los ciudadanos no somos ajenos.

Pujol o Cataluña