La abdicación del Rey ha podido ser la “guinda” y aunque se repite que estaba decidido, los ciudadanos “ de a pie” que tenemos un legítimo derecho a opinar sin “versiones oficiales” relacionamos ambos sucesos con un cúmulo de factores decepcionantes en forma de corrupciones, procesos, y falta de coherencia de lo que se viene hablando como “casta política”.
Nuestro partido en el gobierno local, debiera tomar buena nota de la tendencia constatada y a un año vista o se corrigen sus personalismos – cosa que preocupa a la mayoría de sus militantes – con estrategias mas participativas o la cosa tendrá el final que presagiamos.
La organización regional del PSOE tiene dos disyuntivas: 1.- Apoyar el candidato que ha basado su mandato en favorecer clientelismos y el crecimiento de la oposición. 2.- Renovar y presentar un proyecto para ilusionar, a un pueblo que no va a seguir “dejando comprar su voluntad”.
Aunque el elevado paro existente se intente frenar con obras y puestos “subsidiados” hay un creciente número de jóvenes que desconfían de esa “democracia fallida” que resuelve y se acuerda de ellos cada cuatro años.
La irrupción imprevista de Podemos, con el aumento de peso electoral de I.U, UpyD y C's agrupa fuerzas y lejos de la capital donde vemos esgrimir protestas con banderas republicanas, se organizan para propiciar el cambio en el Valdepeñas.
Acudir a que el fútbol contente, organizar desfiles militares victoriosos y dosificar el miedo con manipulaciones a la opinión pública, puede ser arriesgado.
Mi generación siente que se nos engañó y exige nuevos rumbos...