sábado. 27.04.2024
OPINIÓN

…Y los sueños, sueños son

Decía Calderón aquello tan traído y llevado de…”toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”. Y esta es la conclusión que se puede sacar después de leer  el artículo de opinión que, en un periódico digital local, publica un  -también- asiduo colaborador de este semanario.  Por mucho que se repita una mentira o una  media verdad (que es peor aún) nunca se convertirá en verdad.

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy

Sobre la negativa de Rajoy se han tenido que escuchar muchas cosas, a cual más estúpida e interesada. Lo que unos llaman inmovilismo, otros podemos llamarlo prudencia. Nadie en su sano juicio se somete a algo, con la certeza de que no lo va a ser favorable… de momento. Es más que probable que la imagen que se transmitiría al exterior fuera mil veces más perjudicial. Pero eso ya sabemos que no interesa al grupo de Pedro Sánchez.

Pongamos las cosas claras. Aquí hay un partido que ha ganado las elecciones, con más de siete millones de votos y con mas de treinta escaños de diferencia a la segunda fuerza (de momento, el PSOE). Negar esta evidencia e intentar un gobierno sin la participación de ese partido, es –entre otras cosas- un fraude a los ciudadanos. Máxime, cuando la aritmética tampoco te da la razón. Así de claro.

Rajoy sabe que algo tan sumamente serio y trascendente como el futuro del país debe necesitar el tiempo necesario para poder sentar unas bases sólidas de gobierno. Entendemos que ese no es el caso de Pedro Sánchez, a quien le queda sólo la carta de ser presidente de gobierno. Si no lo consigue, será un cadáver político. Asesinado por sus propios compañeros de partido. Y eso lo sabe todo el mundo. Desesperación, esa es la palabra.

Y es entendible, porque cuando un partido que deja España hecha unos zorros obligando  al gobierno que le sustituye a adoptar medidas impopulares, no es capaz de sacar un beneficio político, es que tiene un problema muy serio. El partido de Sánchez no sólo no ha sabido aprovechar su papel de oposición sino que ha superado el record de su antecesor, bajando por primera vez de los cien diputados. Ese si es un problema serio. Como también es entendible que busque un acuerdo a toda costa y con quien sea en tiempo record, porque las perspectivas que se ciernen sobre su partido en el caso de unas nuevas elecciones no le son favorables, precisamente. Este también es un problema serio. Y aunque en su artículo asegure que a Podemos le queda un “hervor”  en su obsesión para arrebatarle el espacio político al PSOE, los resultados de las ultimas elecciones en las grandes ciudades  y las encuestas sobre este asunto no le dan la razón a sus afirmaciones de ninguna de las maneras.  Podemos se ha comido a Izquierda Unida y ahora empieza a morder  el pastel socialista. Y si no, remítase a leer los periódicos de las últimas semanas.

Lógicamente,  la única posición solida, para el PSOE,  es la de Garzón  (la del Alberto, no la de Baltasar, suponemos). Bastante han ninguneado e insultado a IU durante las pasadas campañas para luego darles abrazos de oso a la hora de los necesarios pactos. Si, esos dos diputados son la madre del cordero. Eso si, si los sumamos a los dos grupos independentistas catalanes y a los del PNV. Ese si que sería un gobierno de “progreso”. Y además, fácilmente explicable a buena parte de sus militantes y al resto de españoles, ¿verdad?

Y ya, el final del sueño, absolutamente delirante,  es afirmar  que lo que necesita nuestro país es un gobierno “presidido” por Pedro Sánchez, con el apoyo de Ciudadanos y la abstención de los populares,  porque éstos últimos, según el autor del artículo, necesitan una refundación.  Si señor, más de siete millones de españoles son tontos y necesitan refundarse para que gobierne Sánchez, que  -a la vista está- es el Kennedy español. Y todo esto con la abstención de Rivera, casi nada. Todos ceden  en algo, menos Sánchez que, batiendo el “record a la baja” en escaños socialistas -90- y con fuegos abiertos dentro de su propio partido es el ideal para sacarnos de esta situación. Lo dicho. Y a los 123 diputados del PP que les den, en sus ratos libres, Chávez y Griñán –por ejemplo- clases de  decencia política. Y a sus votantes, como en Corea del Norte, clases de “reeducación”.

Tanto soñamos y tanto deseamos las cosas que, a veces, nos olvidamos lo que realmente somos y de que el pueblo nos ha colocado donde nos corresponde. Porque el pueblo nunca se equivoca, como decía Felipe González.

…Y los sueños, sueños son