Martín ha intervenido en el debate de una moción de Podemos sobre el control fronterizo de las personas migrantes, ha señalado que estas medidas “van en contra de la Ley” y ha lamentado que “el acuerdo entre la UE y Turquía refrenda la humillación de quienes huyen de la guerra, el hambre y la muerte”. Además, el senador por Ciudad Real ha reclamado que se retiren las denominadas “concertinas en las vallas fronterizas ya que suponen un enorme riesgo para la integridad física de las personas”. A su juicio, “poner las concertinas fue un error, y mantenerlas, otro”.
Jesús Martín, que ha justificado el voto a favor de su grupo parlamentario, también ha destacado que “el Gobierno debe dar una respuesta efectiva y urgente a la crisis de las personas refugiadas mediante el apoyo a los países vecinos, el incremento del número de acogidos, la dotación de los programas de reasentamiento, la aceptación de admisiones humanitarias y la concesión de visados a personas con necesidades de protección internacional”. En este sentido, ha indicado que “todos los muros que el miedo levanta, la razón derriba” y ha instado al Gobierno a “borrar de nuestra historia esta ignominia”.
El parlamentario del PSOE ha insistido en que el acuerdo de la UE con Turquía “traiciona los principios rectores del proyecto de construcción europea” y ha afirmado que “nuestro país debe saber gestionar este reto con serenidad, realismo, madurez, solidaridad y proyección hacia el futuro”.
A lo largo de su intervención, ha explicado que “el mayor problema en la gestión de esta crisis de refugiados ha sido la ausencia de voluntad política por parte de los Estados de la UE para cumplir nuestras obligaciones jurídicas respecto a las personas refugiadas”. Por todo ello, ha calificado de “fatuas y vergonzantes” las legislaciones elaboradas al respecto por “la ambigüedad en su redacción y en la interpretación de su cumplimiento”.
Jesús Martín ha apuntado que “lo que falta es el diseño de una política de cooperación y desarrollo con los países de origen de los flujos migratorios y los de tránsito, que no esté supeditada a los intereses de las élites de esos países ni a los intereses de mercado o geoestratégicos”.
Por último, Martín ha recalcado que “el primer pilar para gestionar esta crisis debe ser una ordenación de las políticas migratorias conforme a los principios y exigencias del Estado democrático de Derecho, el respeto a la dignidad de todo ser humano y la garantía de los derechos humanos como prioridad de toda política pública, también de inmigración”.
Finalmente, la moción fue rechazada debido al voto en contra del Grupo Popular que, pese a quedarse solo en su rechazo a dicha iniciativa, consiguió imponer su mayoría absoluta.
