viernes. 29.03.2024

Estos trastornos son doblemente más frecuentes en mujeres que en hombres, por lo que la ponente aplicó la perspectiva de género argumentando que la socialización diferencial de género, que es la que marca los roles a seguir por el hecho de ser hombre y mujer, provoca en muchas ocasiones trastornos psicosociales que pueden derivar en enfermedades mentales.

“Así la OMS ha alertado sobre el riesgo de utilizar psicofármacos para saldar problemas sociales y se ve con claridad cómo el género condiciona la salud de las mujeres” Comentó la psicóloga.

Durante la charla, se destacó el papel fundamental que la autoestima cumple en el desarrollo de estas patologías y de la importancia de aprender a manejar de manera inteligente las emociones para poder prevenir trastornos de salud mental. Las emociones son una respuesta natural de nuestro organismo ante diferentes situaciones y nos ayudan a actuar, motivándonos a afrontarlas, a protegernos o adaptarnos a ellas. Por tanto, todas las emociones son útiles y no podemos hablar de emociones “malas”, sino más bien agradables o desagradables. Estar triste no es lo mismo que sufrir depresión, pero una tristeza natural, como por ejemplo, tras la pérdida de un ser querido, puede derivar en depresión si se niega, reprime y no se maneja ni afronta adecuadamente.

Tras la reunión, el público pudo participar exponiendo sus dudas.

Las asistentes estuvieron de acuerdo en manifestar sentirse identificadas con lo expuesto en la charla.

 

“Las mujeres son más proclives a trastornos psicológicos”