sábado. 20.04.2024

El entierro de la sardina comenzó a las cinco de la tarde en la plaza del Gran Teatro. Los restos de la sardina, en el tradicional coche fúnebre, recorrieron las calles Virgen de la Paz, Jesús del Perdón y Mayorazgo hasta los Paseos del Río, donde se procedió a su incineración ante numerosos vecinos. 

En el variopinto cortejo imperó el luto y no faltaron los típicos disfraces -monaguillos, curas, viudas, policías, enterradores...- que la ocasión requería. El jurado del carnaval concedió los tres premios de 50 euros a la “viuda alegre de velo morado”, encarnada por la joven Patricia Loaiza García, a la pareja de “sardinas” formada por Ikram Ouna e Inmaculada Nieto, y a la Peña El Patacón, que una vez más hizo alarde de su creatividad carnavalera. 

Quienes se acercaron a dar su último adiós a la sardina y al carnaval recibieron, tras la incineración, pastas con la forma de la difunta.

Adiós al carnaval con la incineración de la sardina en Manzanares