jueves. 28.03.2024

Por ello, ya se ha corrido la voz en muchas localidades vecinas que se han interesado por estos productos que no se nota en nada en sabor que son para celiacos, sino que  pueden consumirlos cualquiera sin notar que no tiene gluten..

Hace unos dos años se le pronóstico a Almudena  García-Abadillo García  que era celiaca, pero no sólo eso, sino intolerante a la lactosa, al cacao,  por lo que al serle difícil encontrar cosas para desayunar o merendar, rescató recetas de sus abuelos comenzando a hacerse personalmente algunos de esos dulces para comer.

Al coincidir que  estaba sin trabajo, ya que es licenciada en Historia del Arte, como tampoco lo tenían sus padres,  pensó en elaborar y vender esos productos para los celiacos, que son muchos no sólo en La Solana, sino en otros puntos de la provincia, por lo que se le ocurrió poner la pastelería que, en este momento, es la única que existe en Castilla La Mancha.

Además de los pasteles de todo tipo y tartas para celiacos, la novedad  para los celiacos está además en la elaboración de dulces típicos de La Solana, como es el caso de los  nuégados o los rosquillos, entre otros que se ofrecen. Al respecto señalaba Almudena que “existen fechas que se relacionan con unos determinados dulces, por lo que al haberlos comido hasta hace poco ahora los echaba de menos,  por lo que cambiando harinas y recetas ha logrado elaborarlos.”

Añadía Almudena que si en esas fechas festivas, por ejemplo, un niño celiaco ve a sus padres comer nuégados ¿porqué no va a poder comerlos él?, aunque para ello  le haya costado mucho tiempo en sacar el producto final, a base de muchas pruebas con las recetas.

Sobre el pan señalaba Almudena García-Abadillo que  el producto que más trabajo le ha costado elaborar es el pan. Señalaba que  al igual que ocurre con los populares bizcochos blancos de La Solana, le está costando mucho elaborar. 

En cuanto al problema que para muchas personas supone el ser celiaca, se refería en concreto a su caso. Indicaba que hasta los 26 años ella había comido de todo,  soñando con donuts, palmeritas o con el trozo de pan normal que comen sus padres, pero ya es lo suficientemente mayor como para saber que si come algo con gluten va a ponerse mala, algo que nota  porque empiezan a dolerle las piernas, recordando que cada celiaco tiene unos efectos totalmente diferentes, por lo que no es nada fácil de diagnosticar.

No existen datos sobre el número de celiacos existentes, señalando que en concreto en La Solana  se calcula habrá unas 300 personas reconocidas, más otras muchas que se sienten mal y no saben que son celiacas.
   

 

Almudena García-Abadillo abre la primera pastelería sin gluten de Castilla-La Mancha