jueves. 25.04.2024

Las VIII Jornadas Santiaguistas arrancaron este martes con una charla sobre el Camino de Santiago, vista desde una vivencia espiritual. El párroco de la iglesia de San Rafael de Alcázar de San Juan, Álvaro Mohedano, fue el ponente y explicó la experiencia de la peregrinación de adultos de la Diócesis hasta Compostela.

El aula San Juan de Ávila de la Casa de la Iglesia se llenó para escuchar al sacerdote, que fue presentado por el vicepresidente de la Hermandad de Santiago, y amigo personal, Diego Martín-Albo. Antes, el secretario, Paulino Sánchez, explicó el contenido de las jornadas y de la exposición dedicada a los diez años de vida de la cofradía.

“El Camino de Santiago es una experiencia que hace mucha gente, casi como una moda”, reconoció Mohedano. El interés crece entre personas de toda condición. Sin embargo, su mensaje tiene que ver con el sentido que se debe dar a tan singular itinerario. “No es una ruta senderista, sino un encuentro con Dios, con uno mismo y con los demás. Y para lograrlo sólo cabe apelar a una palabra: espiritualidad”.

Es lo que buscan desde la peregrinación de adultos que periódicamente organizan desde la Diócesis de Ciudad Real. “Nosotros procuramos que las personas que vienen con nosotros tengan momentos de oración, de convivencia y de silencio”.

Reconoce que cada cual tiene su forma de hacer y sentir el camino, pero el objetivo de la Diócesis es vivarlo con sencillez, “en un ambiente comunitario y con momentos de oración”, lo que no significa que haya ninguna exigencia previa. “A quienes se apuntan les decimos que no es obligatorio ser creyente, pero si vienen les ofreceremos un encuentro interior”. “Muchos se han replanteado cosas después del Camino”.

Al día siguiente de llegar a Santiago se hace una revisión general del trayecto. Se pregunta a los peregrinos qué les ha gustado más y, según Mohedano, la respuesta es casi unánime: el silencio. “La primera hora de caminata cada día es en silencio y al final es lo que más destacan los peregrinos, ya que es algo importantísimo para ir encontrándose a nivel interior”. “Del Camino han salido hombres y mujeres nuevos”, concluyó.

Álvaro Mohedano: ‘El Camino de Santiago no es una ruta senderista, sino de espiritualidad’