En cuanto a los contratos, señalan que "deben estar firmados y con el precio recogido antes de que comience la entrega de uva a las bodegas, resultando inexplicable que aún haya relaciones contractuales sin rubricar".
Sobre los precios instan al sector industrial a recoger la realidad y circunstancias de los mercados y a hacerlos públicos ya, contemplándolos además de una forma "clara y transparente" en los contratos de compraventa de uva.
Finalmente, sobre el plazo de pago recuerdan que las bodegas deben realizarlo treinta días después de la última entrega, según estipula la ley para productos perecederos.