Mateos-Aparicio señaló que cada año se busca algo nuevo para motivar a los participantes y para que se vea que la asociación se mueve, proponiendo a las celadoras que llevaran su capilla el primer día para hacer un altar. Este altar estuvo expuesto durante los tres días del triduo, para que todo aquel que quisiera, llevara una petición ó agradecimiento a la Virgen.
La presidenta agradeció la gran participación porque actualmente hay casi un centenar de capillas que pasan por una media de veinticinco familias cada una, lo que demuestra el arraigo que tiene la virgen en La Solana.