jueves. 28.03.2024

El Cronista Oficial de la Villa, Paulino Sánchez, fue invitado al café-coloquio semanal de la Asociación de Mujeres para hablar sobre la Virgen de Peñarroya y sus tradiciones, justo en vísperas de la marcha de la Patrona al Castillo, que tendrá lugar este lunes.

Entre otras muchas cosas, hay una confusión muy común respecto a cuándo se va la Virgen en enero. El Cronista aclaró que depende del día de San Antón. “La Patrona siempre bajará al Humilladero el domingo siguiente a San Antón (17 de enero) y se marchará el lunes”. En alguna ocasión hasta la Corporación Municipal se equivocó en la designación del llamado ‘lunes de la Virgen’ como fiesta local. En cualquier caso, la periodicidad actual de ida y venida en septiembre y enero no se fijó hasta el año 1876. Antes, la imagen iba y venía según necesidades. De hecho, toda la Guerra de la Independencia permaneció en La Solana.

Un cambio importante llegó en 1973, cuando la cofradía decidió que la llegada en septiembre fuera por carretera, abandonando el antiguo camino ante la llegada de los tractores en lugar de los carros. Otra modificación fue la tradicional pólvora, que en 1976 pasó del domingo del Ofrecimiento al sábado. Como también cambió la homilía de final del novenario, que hasta 1978 se hacía desde el balcón del Ayuntamiento y al año siguiente, coincidiendo con la llegada de los ayuntamientos democráticos, pasó a predicarse en la puerta de la parroquia. También es relativamente moderna la Semana de Exaltación, que data de 1985.

En cuanto al santuario del Castillo de Peñarroya, recordó la autoría solanera de la ermita actual. “La historiadora Pilar Molina demostró lo que ya decía el anterior Cronista de la Villa, Antonio Romero Velasco, y es que la ermita la construyó completamente la cofradía de La Solana”.

En resumen, Paulino Sánchez explicó cómo algunas tradiciones han sido eliminadas, modificadas o mantenidas casi intactas. También se han introducido cosas nuevas, por ejemplo la irrupción de la mujer en una cofradía históricamente muy masculina. Tanto que “hasta el año 1991 las hermanas de la cofradía ni siquiera podían asistir a las asambleas”. Así lo mandaban los estatutos. Tras una reforma estatutaria en ese año, pocos meses después entraron en la Junta Directiva las dos primeras mujeres, Paquita Alhambra y Mari Loli López-Villalta. En diciembre de 2011 llegó otro hito con la elección de Gloria Uriel como primera presidenta y dos años después Gumersinda Romero como primera mayordoma.

La Asociación de Mujeres se adentró en la historia de la Virgen de Peñarroya