El técnico de ‘Suministros Orduña’, José Antonio González, ofreció una ponencia al respecto en el auditorio Don Diego, a modo de repaso de lo que puede aportar la energía solar fotovoltaica al sector agrícola, tanto en la parte de riego como de suministro de energía en sistemas aislados sin acceso a red eléctrica. “Se detecta en el sector un aumento en los costes energéticos que repercute en la rentabilidad de los cultivos, y el crecimiento de esta energía como rentable y accesible ofrece oportunidades importantes”.
El bombeo solar lleva muchos años funcionando, pero en España sólo dos años en claro crecimiento, primero porque el agricultor ha vencido sus reticencias y porque la evolución de costes cruza ya con la energía eléctrica convencional. Según González, “tiene un retorno de 5 o 6 años sólo por el ahorro en combustible para el agricultor, con sistemas independientes de consumo”. De todas formas, hay que hacer estudios personalizados porque hay distintos perfiles de consumo.
El técnico admitió que la energía fotovoltaica tiene mala prensa por experiencias que ya están superadas, habida cuenta de los grandes cambios normativos respecto a las plantas de 2008. “La fotovoltaica no es una inversión, sino una apuesta por un desarrollo de su negocio a medio y largo plazo, que logra un retorno del dinero a su bolsillo en 8 años” A partir de ahí, el agricultor tendrá energía a coste cero y una ventaja competitiva en el mercado. “El agricultor será propietario de su propia energía”.
Gabriel Maroto, gerente de Maroto Electricidad, recordó que estamos ante un mercado nuevo y creciente. “Cada vez hay más placas puestas y una vez instaladas, te olvidas”. “Es más rentable y más ecológico”. Según declaró, una de las claves de esta energía en la parte asociada al riego, es que crece por el boca a boca.
