jueves. 25.04.2024

Lidia Paz, responsable del área, explica que a tenor del incremento de casos que se van conociendo por su difusión en medios de comunicación “hemos creído muy conveniente desarrollar estos temas para sensibilizar a las familias e intentar acabar con este problema o cuanto menos poder controlarlo”. A su juicio, el mal uso de las redes sociales y dispositivos móviles es, al igual que mantienen los expertos en la materia, la principal causa de esta anómala situación.

De todo ello habló con particular detenimiento en la sesión inaugural la licenciada en Psicología Ascensión Mañas, quien desarrolla desde hace cuatro años en Almodóvar del Campo el ‘Proyecto Psicosocial para menores, adolescentes y familias’, en el que se enmarcan estas charlas.

Durante su intervención reconoció que el problema va en aumento, fundamentalmente por el auge que tienen las redes sociales y a edades tempranas y sobre todo en la adolescencia, “unas tecnología que no saben utilizar”, ha indicado.

“Antes la disputa se quedaba más o menos en el colegio y en la salida como mucho, pero ahora se traslada a todo el día y hasta por la noche. Antes en casa si había un problema podías desconectar porque nadie se metía contigo, pero hoy es imposible por el uso que se hace de Whatsapp, Facebook, Instagram,… donde se sigue con las burlas, los insultos, o las fotos humillantes”, ha señalado.

El paso de los colegios a los institutos es clave en esta situación, en opinión de la también experta en trastornos psicosomáticos y lucha contra drogodependencias. “Entran en un círculo de chicos más mayores y la primera exigencia es que quieren un móvil como tienen todos los demás y la mayoría de los adultos no sabe hasta qué punto pueden llegar o a todo lo que pueden acceder con él”.

Daños en la autoestima

Independientemente del daño físico, el verbal o la difusión de rumores falsos,  acaba afectando a la autoestima de la víctima, hasta el punto de darse casos de suicidio. “En apariencia parece que no afecta, pero la víctima que lo sufre se lo guarda y luego hay unas manifestaciones conductuales y psicológicas que transgreden lo normal”, afirma Mañas.

Para hacer frente al bullying y el ciberacoso es preciso “dotar a quien lo sufre de armas psicológicas y emocionales para que pueda hacer frente a sus agresores, herramientas de defensa y para que sean capaces de comunicarlo en casa”, afirma esta titulada en materia de mediación.

La vergüenza, el miedo a que les quiten el móvil o el hecho de que se quite hierro al asunto suele jugar en contra de unas víctimas que “se ven desamparadas”. Y es aquí, por tanto, donde entra en juego la responsabilidad de los padres. “Hay que intentar conocer a nuestro hijo, escucharle, que se sientan que puedan tenernos como aliados, porque tan difícil es tener en casa una víctima como un acosador, que son las dos caras del problema”, señalaba la ponente.

Mañas es partidaria de empezar a educar la “inteligencia emocional” lo antes posible. Incide en que desde infantil hay que educarles y hacer ver como se siente el otro al sufrir una patada. Es la manera de erradicar el problema o al menos evitar bastantes casos.

En el caso de la víctima es preciso observar su conducta en casa y preguntarse cómo es que no quieren ir al cole o por qué empiezan a suspender cuando antes tenían buenas notas, además de otros signos como la tristeza o que se aíslen en su habitaciones y no quieran hablar. En todo caso, refería Ascensión Mañas, “la conducta en casa es que intentan comportarse normalmente y si les preguntas ‘qué tal’, dicen ‘bien”.

La complicidad de los observadores

En este contexto Mañas puso el acento en la responsabilidad que juegan aquellos menores que no son víctimas ni acosadores, pero que observan lasituación “También forman parte del acoso, porque ante lo que ven no hacen nada y son incluso cómplices”, explicaba.

A pesar de lo que pudiera parecer su papel es determinante, porque “si ríen la gracia al que lo hace, éste seguirá fundamentalmente  porque le están reforzando así su conducta; el agresor, ya sea físico o verbal, se siente importante”.

Para esta otra arista del problema se está poniendo en práctica en no pocos centros donde existe el problema una técnica que consiste en grupos de mediación supervisados siempre por un profesor, “para que sean los propios compañeros los que sepan mediar en estos conflictos”.

Una buena opción en opinión de la psicóloga almodovareña, quien insiste no obstante en que es también muy necesario poner a los menores en el lugar del agredido y hacerles ver que ese acoso está mal explicándoles las razones.

Calendario de charlas

Este ciclo que charlas, programadas en un horario asequible de 19,00 a 20,00 horas en el Centro Cultural ‘Casa de la Marquesa’, continuarán ya el 29 de marzo para abordar ‘La convivencia y comunicación familiar’. El 19 de abril tocará ‘Educar en autonomía y responsabilidad de los niños’; el 17 de mayo se planteará el tema ‘Los niños y la educación emocional’; y el 7 de junio concluirán con la ‘Resolución de conflictos’.

Para asistir es preciso realizar las correspondientes inscripciones acudiendo al propio Centro Cultural o al Centro de Servicios Sociales entre las diez de la mañana y las doce del mediodía.

Una interesante programación que se enmarca en el ‘Proyecto Psicosocial para menores, adolescentes y familias’ en el que colaboran Ayuntamiento de Almodóvar y la Diputación Provincial de Ciudad Real.

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