La campaña que realizan conjuntamente las concejalías de Seguridad Ciudadana, de Sanidad y Consumo, y de Medio Ambiente comenzó con el reparto de trípticos informativos junto a la última entrega del Boletín Manzanares Municipal. En éstos se informa de la obligación que tienen los dueños de perros de recoger de la vía pública los excrementos que generen sus mascotas.
Ante el problema que ocasionan “ha llegado el momento de que dueños y propietarios tomen conciencia de que tener un perro proporciona muchas satisfacciones, pero al mismo tiempo conlleva asumir algunas obligaciones”, informa el tríptico. Por ello se pide que lleven una bolsa cuando paseen con sus mascotas y recojan con ella los excrementos para depositarlos en el contenedor (verde oscuro) o papelera más cercana.
Según informa esta campaña, el abandono de excrementos en la vía pública, parques, jardines, espacios infantiles, etc. genera serios problemas que afectan a todos, como los sanitarios, ya que son un peligro de contagio de enfermedades, especialmente para los niños y para otras mascotas. También es un problema de seguridad, por riesgo de resbalones y caídas; higiénico, pues dificulta las tareas de limpieza; y estético, ya que deteriora la imagen del municipio.
En caso de no recoger los excrementos de sus perros, se recuerda que los propietarios de éstos incumplen el artículo 13.3 de la Ordenanza Reguladora de la Protección de los bienes públicos de titularidad municipal y de mantenimiento de la convivencia ciudadana, que establece que los propietarios o responsables de animales deberán recoger los excrementos sólidos que los mismos depositen en la vía pública”. Este comportamiento incívico está tipificado como infracción leve y puede ser sancionado con multas de hasta 300 euros.
Otras obligaciones
El Ayuntamiento de Manzanares también informa en esta campaña de otras obligaciones que tienen los dueños de los perros, además de la recogida de los excrementos. Al respecto indica que deben mantener a sus perros en buenas condiciones higiénico-sanitarias y vacunarlos según las indicaciones del veterinario; identificarlos debidamente con un microchip; e inscribirlos en el Censo Municipal de Animales, notificando los cambios por venta, cesión o baja.
Por último, insistiendo en que la responsabilidad de los perros es de sus propietarios, se da a conocer que el perro debe ir atado cuando pasea por la calle. Si el animal es de razas consideradas “potencialmente peligrosas”, se debe tener la licencia correspondiente y debe pasearse atado y con bozal.
