En un año en el que la fotografía tiene especial protagonismo en la programación de exposiciones del Área de Cultura del Ayuntamiento de Manzanares, el lunes se inauguró en la biblioteca municipal “Lope de Vega” la muestra titulada “La Mancha. Las puertas abiertas”, de Carlos Infante Luna. Forma parte de su proyecto “My World Vision – Around The World”, un trabajo alrededor del mundo que inició hace unos años para mostrar en distintos formatos audiovisuales “el lado más humano del mismo en unos tiempos muy difíciles para casi todos”.
Con esta exposición y con su proyecto global, Infante pretende mostrar a través de imágenes, historias, relatos y experiencias su visión de la tierra en la que se ha criado y por la que sigue viajando continuamente. También busca que La Mancha se vea fuera y que los manchegos, a través de su objetivo, vean el resto del mundo.
En la muestra que se puede ver hasta fin de mes en la biblioteca manzanareña, Infante reúne 35 fotografías, 11 de ellas en blanco y negro. En ellas vemos paisajes en diferentes épocas del año, atardeceres, reflejos, casas de campo, carreteras, espectaculares cielos, nubes, tormentas, campos de flores, cereales o viñas, árboles, etc.
“Todas las fotografías nos identifican, nos reconocemos en esos paisajes de La Mancha. Me ha llamado la atención la expresividad, fuerza y emoción que transmiten las fotos en color, y la grandísima calidad de las de blanco y negro”, declaró el concejal de Cultura, Manuel Martín-Gaitero, en la inauguración de la exposición el pasado lunes.
El autor, por su parte, explicó que con esta colección dedicada a La Mancha inicia una serie de exposiciones que hará por otras ciudades españolas y del extranjero en su objetivo de acercar culturas, de entender y captar las costumbres y estilos de vida de los lugares que recorre a lo largo del planeta. Detrás de cada fotografía hay siempre una historia que Carlos Infante cuenta en su blog http://carlosinfanteluna859.blogspot.com.es/
Con las fotografías en color, Infante quiere reflejar los sentimientos de los manchegos, de esta tierra, sus costumbres y forma de vivir. Con el blanco y negro busca un lado más espiritual, “una foto a la que le ponemos el color en nuestra cabeza”, afirmó. El retoque digital en las fotos en color le ayuda a plasmar unos paisajes que parecen auténticos óleos, en un guiño de proximidad a la pintura.
