Desde las nueve de la mañana los artistas recogieron sus soportes y tuvieron cinco horas para demostrar su destreza con el pincel a la vez que representaban alguno de los rincones históricos de la localidad. La mayoría de los artistas optaron por rincones del centro de Manzanares con la representación realista de vistas a la Parroquia de la Asunción desde diferentes perspectivas, desde la misma Plaza de la Constitución a la lejanía que ofrecían lugares como la calle Espronceda.
Artistas experimentados en la pintura rápida coincidieron en el certamen con otros que era la primera vez que participaban en un concurso de estas características; y todos ellos destacaron lo interesante de este tipo de convocatorias que no sólo obligan al pintor a demostrar su valía en un periodo corto de tiempo, sino que también les obliga a lidiar con las inclemencias del tiempo, con el cambio de luces que se produce a lo largo del día o con el viento.