martes. 23.04.2024

Es difícil calcular cuánta gente pasó y los ramos que se depositaron, pero la realidad es que la ofrenda floral a la Virgen de Peñarroya el viernes previo al Ofrecimiento se ha convertido en un fenómeno social que crece cada año. Largas colas de gente, que llegaban a la Plaza Don Diego, aguardaron pacientemente su turno para hacer efectiva su ofrenda floral a la Patrona, que lucía radiante en su carroza en el pórtico de Santa Catalina.

Destacaba la presencia masiva de niños y niñas ataviados con trajes típicos manchegos. Algunos incluso bebés tomados por sus padres o abuelos, pero igualmente enfundados en pequeños chalecos, fajas rojas y pañuelos de yerbas ellos, y en falda típica rayada y lazo negro tras el cabello ellas. Estampas que destilan sabor autóctono.

La cofradía había preparado varios paneles que se fueron llenando poco a poco de ramos de flores. La mayor parte se detenían a los pies de la carroza para hacerse fotos junto a la imagen y besar la medalla.

 Aún después de finalizar la larga ofrenda, la Patrona permaneció unos minutos más en el pórtico mientras sobre el escenario de la Plaza Mayor ya cantaba La Banda del Capitán Inhumano…

Cientos de ramos y ambiente manchego inundaron la ofrenda floral a la Virgen de Peñarroya