Es el quinto año consecutivo que la Iglesia Evangélica de nuestra localidad se une a esta campaña. Una de sus responsables, Juana Morales, se mostró muy satisfecha por la respuesta obtenida. “La colaboración ha ido creciendo en La Solana; el año pasado juntamos 160 cajas y este ya llevamos 120 y quedan varios días para recoger, tanto de colegios como de particulares”.
Estas cajas harán escala en Ciudad Real antes de ser transportadas a Madrid, donde se seleccionan para enviarlas a los niños refugiados en los campamentos africanos. “Nos traen las cajas hechas y en Madrid hacen la selección definitiva”. Se hace hincapié para que la caja venga forrada y sea de un material más o menos consistente. El objetivo es que esas mismas cajas acaben siendo aprovechadas también para uso personal.
Juana Morales reconoce que esta campaña lleva su trabajo, pero no duda en que seguirán con ella mientras puedan. “Son niños que no tienen de nada y es muy bonito ver cómo les llegan estas cajas con regalos, les hace mucha ilusión”. Las cajas llevan material de colegio, juguetes, caramelos, mudas y otra serie de utensilios y enseres que pueden ser útiles en la vida diaria.