Durante su charla, el cronista recordó que no es fácil resumir en una conferencia trescientos años de historia, con tantos avatares. Explicó cómo se funda la hermandad después de la llegada de los frailes trinitarios, que se dedicaban a rescatar esclavos e imágenes en África, de ahí la denominación del Rescatado. El actual Jesús de Medinaceli llegó a Madrid y en el año 1711 se dunda la cofradía madrileña. Sólo cinco años más tarde, en 1716, se funda la cofradía de La Solana.
El censo de cofradías y hermandades del Conde de Aranda, del año 1761, ya habla del número de hermanos que tenía Jesús Rescatado en La Solana, en concreto doscientos. El Cronista Oficial de la Villa recordó que en el siglo XIX hay momentos difíciles. Las hambrunas del primer tercio del ochocientos, con sequías y hambrunas desembocarían en una profunda crisis de la cofradía solanera, que en el año 1839 se queda con sólo 6 hermanos y dos años después desaparece. Hacía cuatro años que los frailes trinitarios se habían marchado del convento (1835).
Hubo que esperar 16 años, hasta 1857, para su refundación. En ese renacer intervienen, entre otros, Pedro Remón y Díaz-Orejón, el creador del ‘Legado Bustillo’, y Eusebio María Morales, que años después sería uno de los tres curas fiduciarios del célebre legado.
La hermandad se mantiene y va creciendo a lo largo de las décadas siguientes, hasta que llega otro momento crucial, la Guerra Civil. El convento trinitario es dinamitado y la imagen de Jesús Rescatado desaparece junto a otra de Jesús en el Huerto. Después del conflicto bélico comienza una nueva reorganización, la adquisición de una nueva imagen del titular y más tarde la Virgen de la Soledad, conocida en La Solana como ‘la Soledad del Convento’. En el año 1960 llega el actual Niño Jesús y en 1986 se adquiere el paso de Jesús amarrado a la Columna.
En su repaso histórico, Paulino Sánchez no pasó por alto cómo se reconstruyó el convento tras la guerra, su ascenso a parroquia en el año 1970 o la conclusión del retablo en el año 1987. Pero uno de los grandes hitos de la cofradía de Jesús Rescatado también ha sido la creación de una banda de cornetas y tambores, que salió por primera vez en la Semana Santa de 1965, con once músicos. El año pasado cumplió sus bodas de oro tras una trayectoria de medio ininterrumpido y lleno de logros.
El Cronista de la Villa recordó el crecimiento constante de la cofradía a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Los años 60 y 70 fueron testigos de una eclosión en el número de hermanos, que comenzó el siglo XXI con alrededor de 2.000 afiliados. Una cifra que no ha parado de crecer, ya que hoy supera los 2.600.
También habló de los presidentes y juntas directivas que han ido jalonando la historia de la emblemática hermandad. Evitó destacar a ninguna porque cree que todas han trabajado lo mejor que han podido. Eso sí, se encontraron situaciones límite, como al término de la guerra, cuando el convento quedó derruido. No es hasta 1968 cuando la directiva de entonces retira todo el escombro y deja el templo al aire. Y en los 70, ya siendo parroquia, se levanta la cúpula actual.
Las juntas directivas más recientes han ido haciendo cosas, añadiendo novedades en la procesión del Viernes Santo y ayudando a las obras de mejora del templo, entre otras cosas. Otro hito ha sido el encuentro de cofradías y hermandades trinitarias de España, celebrado este mismo año en La Solana con notable éxito.
El Cronista de la Villa elogió el trabajo de la cofradía a lo largo de estas tres centurias y, como hermano que es de la misma, no pasó por alto el momento cumbre, que se produce todos los años a la misma hora, las cinco solares de la madrugada del Viernes Santo: la salida de Jesús Rescatado al pórtico del convento para iniciar la procesión. “No hay momento más emocionante en La Solana”.
