Para ello contaron con la colaboración de Vicente Luchena Rodríguez, que ha sido su guía, agradeciendo su desinteresada colaboración. En la primera parte de la ruta ascendieron por la orilla del río Cereceda, donde se encontraron un bosque de galería con alcornoques, quejigos, alisos, robles melojos, y pudieron disfrutar de un río cristalino, en algunos lugares peligroso con meteduras de pie en el agua y alguna caída sin consecuencias. Paraje de singular belleza, acabando en una impresionante cascada antes de subir a las pinturas rupestres de la Batanera.
Desde allí se desplazaron hasta Peña Escrita para disfrutar de uno de los ejemplos de pinturas rupestres mejor conservadas. Después visitaron Fuencaliente y su mirador de la Cruz, donde comieron platos típicos de la zona como el venao. Después de comer se desplazaron hasta la Bienvenida para contemplar las ruinas romanas de Sisapo, y pasear por el Volcán de Castillejos. Día espectacular por todos los aspectos de la ruta, histórica, cultural, paisajista, naturalista, ruta que han calificado desde Cruz Roja con “un diez”.
