En noche de carnaval y de San Valentín, Martín -como es conocido en su peña- saltó en solitario al escenario de la carpa disfrazado de un musculoso Cupido que con acento “manzagato”, y como si hubiera estado toda su vida sobre las tablas, contó anécdotas sobre el matrimonio. Para resarcirse de lo dicho, sorprendió a su mujer haciéndole subir al escenario para entregarle un ramo de flores entre el aplauso del público, sobre todo de los compañeros de su animada peña.
Entre cambio y cambio de disfraz tras un biombo sobre el propio escenario, el público pudo conocer en curiosos montajes audiovisuales la vida carnavalera del pregonero: con su mujer, con sus amigos en la adolescencia y con la Peña “El Patacón”, a la que llegó hace ocho años para descubrir el carnaval de calle. Por ello, en varios momentos de su show, animó a vivir el carnaval en la calle, y a hacerlo con el disfraz, sobre todo a los jóvenes que salen por la noche.
Vestido como el televisivo cocinero Alberto Chicote contó cómo empezó de carnavalero en la adolescencia. “Llegué tarde, pero con ganas”, dijo antes de confesar que de pequeño le daban miedo las máscaras. Martín también tuvo muy presente la móvil dependencia de hoy día en repetidas veces y no dudó en consultar ocurrentes WhatsApp e incluso se hizo un selfie desde el escenario con el público de fondo.
Con indumentaria brasileña y luciendo cintura siguió su repaso al carnaval de Manzanares, intercalando chistes y anécdotas. Luego, y en un gag sin palabras, salió vestido de un juguetón bebé antes de su quinto y definitivo cambio de look. Éste fue para convertirse en King África y hacer una brillante imitación con voz en directo.
Muchos conocían la faceta carnavalera de David Martín-Lara, pero la mayoría desconocía su capacidad para el show, que quedó demostrada durante la hora que duró el pregón. Tras muchos agradecimientos, Martín recibió de manos de Teresa Jiménez, concejal de Festejos, una placa de recuerdo. También hubo un agradecimiento para Tere Serna, que un año más ejerció como directora del montaje inaugural del Carnaval de Manzanares y que estuvo entre bambalinas ayudando al pregonero en todos sus cambios.
Terminado el pregón, la Orquesta Sonital amenizó el baile, con mucho público. También estuvo muy animado el baile de la noche del viernes, con una sorprendente Orquesta Pekado que hizo las delicias de los asistentes.
