lunes. 29.04.2024

En el centro del huracán del duelo entre el Caserío y el BM Alarcos se sitúa el pabellón Príncipe Felipe, además del empeño amarillo por hacer que coincidiera el derbi juvenil con el sénior. Los segundos están contrariados, por decirlo finamente, porque el aforo del “Felipe” es pequeño y creen que muchos de sus aficionados no podrán entrar. Los amarillos, por su parte, esgrimen razones deportivas para jugar el derbi en su pabellón habitual.

Hay otro motivo. Y es que el Caserío Ciudad Real ha ganado siempre en el Príncipe Felipe y, quien más, quien menos, tira de estadísticas, que en estos casos se parecen mucho a las supersticiones. Han sido trece los encuentros oficiales que los de Fernando Imedio han disputado en su pabellón desde su creación. Y trece han sido las victorias amarillas. El Príncipe Felipe es el talismán del Caserío, su amuleto de la suerte. Arropado por una afición que presiona, quiere aprovechar esa ventaja contra el BM Alarcos, incluso a costa de que haya quien quiera y no pueda ver el encuentro.

A lo largo de la temporada y media que los amarillos han jugado en el Príncipe Felipe, han caído equipos de gran nivel, como el Manzanares (26-25 en la 11/12 y 29-21 esta campaña) o el Cátedra 70 (30-29 el año pasado).

La mayor goleada conseguida por los de Fernando Imedio en estos encuentros es la que consiguió frente al Villafranca, en el último encuentro de la pasada temporada, cuando los amarillos ganaron por 17 tantos (36-19).

Quique Calero, descartado
El jugador del Caserío Ciudad Real Quique Calero no podrá disputar el partido del próximo sábado ante el BM Alarcos. El golpe sufrido en su rodilla izquierda el pasado sábado en la pista de Manzanares le convierte en una sensible baja defensiva para el derbi.

Tras el duro golpe sufrido, Quique Calero salió de Manzanares con muchísimas molestias y sin poder plantar el pie, aunque la rodilla no estaba inflamada en exceso. Con el paso de las horas, la inflamación creció y ello ha provocado que todavía no haya sido posible darle un diagnóstico. Mientras tanto el jugador mantiene sesiones de fisioterapia.

Una sensible baja que se une a la de Emilio Mozos, en pleno proceso de recuperación tras su intervención el mes de enero. Una ausencia que, a buen seguro, se convertirá en una razón más para sobreponerse y luchar por unos puntos que permitirían al Caserío seguir dependiendo de si mismo para hacerse con el campeonato.

El Caserío se aferra a su talismán, el Príncipe Felipe