Concretamente, el láser vascular se ha utilizado con éxito en este centro dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha para tratar patologías que ya no tienen que ser derivadas a otros hospitales, como los angiomas en vino de Oporto, muy desfigurantes al afectar la cara en la mayoría de los casos; así como hemangiomas superficiales o ulcerados, éstos últimos frecuentes en bebés (neonatos y lactantes) en áreas de roce.
Así mismo, se emplea para eliminar y/o mejorar otras enfermedades como la rosácea facial intensa, rinofima, poiquilodermia de Civate, telangiectasias de gran tamaño en lupus cutáneo o arañas vasculares desfigurantes.
En la actualidad, los profesionales del servicio de Dermatología del Mancha Centro también lo están aplicando en pacientes con verrugas en mosaico resistentes a otros tratamientos, y en usuarios con cicatrices hipertróficas y queloideas desfigurantes y dolorosas.
Concretamente, se está beneficiando del tratamiento de láser vascular un paciente gran quemado con lesiones retráctiles en mejillas, mandíbula, tórax y brazos. Los resultados hasta la fecha son muy positivos para este caso concreto, ya que se ha producido una mejoría funcional y estética muy importante.
En definitiva, tal y como señala la jefa de sección del servicio de Dermatología del Hospital General ‘La Mancha Centro’, Rosa Manzano Pablos, “es una técnica que produce mucha satisfacción por los resultados a nuestros pacientes y, por supuesto, a los dermatólogos del equipo”.
Buena tolerancia
En el tratamiento de láser vascular los pulsos se emiten a través de una pieza de mano de fibra óptica. Tanto el personal como el paciente en todo momento están protegidos con gafas especiales. La doctora Manzano afirma que se tolera bien por parte de los adultos, quienes sienten una sensación punzante o de quemazón tan sólo en áreas sensibles (nasal, genital o en párpados), en las que se necesita anestesia tópica. Por su parte, los niños requieren anestesia tópica en muchos de los casos.
Las áreas donde se aplica el láser presentan después un color púrpura que se resuelve en entre siete y catorce días, apareciendo en ocasiones edema y raramente costras. Los profesionales del Servicio de Dermatología indican que en estos pacientes se usa antibiótico tópico en las curas y fotoprotector solar.
Los efectos secundarios son frecuentes cuando se utilizan fluencias altas o pulsos superpuestos. Los más habituales son trastornos de la pigmentación y cicatrices. Así mismo, cuando la lesión es grande, es un procedimiento laborioso que requiere aprendizaje y pericia por parte del médico.
