Pero no era la puerta de Caixabank, cerrada este jueves, sino la de Liberbank, elegida para la concentración ‘oficial’ en recuerdo del compañero asesinado. Allí estaba Mari Carmen junto a otros colegas de profesión, encabezados por el director de esta entidad, Miguel Padilla. También estaba el alcalde, Luis Díaz-Cacho, y el concejal de Cultura y Festejos, Luis Romero.
“Era un profesional como la copa de un pino y aún mejor persona” –decía Mari Carmen, en referencia a su compañero-. “No hay derecho a que se haya ido de esta forma”. “No hay palabras para expresar lo que se siente, ni motivos que llevara a ese hombre a hacer lo que ha hecho”.
Un hondo sentimiento de pena les sacude. “No os podéis imaginar cómo lo estamos pasando. Esto es muy duro”. Y le cuesta imaginar el regreso a la rutina diaria. “Pensar que mañana te tengas que meter en esa oficina para trabajar… no sé quien tendrá valor para hacerlo”.