Desde primera hora de la mañana, los artistas buscaron su rincón preferido para plasmarlo en las telas, repartiéndose entre los soportales de la Plaza Mayor y su entorno. A fin de cuentas, ese era el tema sobre el que tenían que trabajar, ciñéndose a este espacio concreto según las bases del concurso.
Se utilizaron diversas técnicas pictóricas, aunque predominó la base acrílica con betún de Judea, que fueron las que utilizaron los tres primeros clasificados. Los ganadores reconocieron el alto nivel del certamen y la gran calidad de los trabajados presentados, argumentando que hubo mucha competencia.
El primer premio fue para el bolañego Javier Martín, seguido por el cordobés Manuel Castillero, quedando en tercer lugar el valdepeñero Chema del Fresno. Las obras ganadoras quedaron en poder del Ayuntamiento, según las bases, si bien el resto de participantes también dejaron sus creaciones en una improvisada exposición ubicada en el patio de la Casa Don Diego, con el fin de mostrarlas y venderlas, si fuera el caso.
Los concursantes llegaron desde diversos puntos de la provincia y de otras ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Valencia ó Málaga entre otras.
Finalizada la entrega de premios, con la presencia del alcalde Luís Díaz-Cacho y el concejal de cultura, Luís Romero de Ávila, las autoridades destacaron el éxito de esta prueba novedosa incluida en el programa de actividades de feria. Visto lo visto, anunciaron que habrá una segunda edición de este concurso de pintura rápida el año próximo, buscando otros lugares pintorescos de la localidad.
